Bankia sigue acumulando varapalos judiciales por sus actuaciones en los años precedentes bien sea preferentes, acciones u otros productos tóxicos. Ahora, el Juzgado de Primera Instancia número 3 de Cádiz, ha dictado una sentencia con fecha del 15 de julio por la que estima íntegramente la demanda de resarcimiento por daños y perjuicios por la compra de acciones Bankia a un particular que compró el 6 de julio de 2011, la cantidad de 2.000 euros, y luego con fecha 8 de diciembre de 2012 las vendió obteniendo sólo 1,51 euros y sufriendo una pérdida total de 1.998,49 euros.
Según informa el abogado José Luis Ortiz Miranda, del bufete Ortiz Abogados, que ha defendido los intereses del reclamante y que “coordina la defensa jurídica de grandes colectivos de afectados de la provincia de Cádiz”, resalta que “los hechos se remontan a julio de 2011, cuando Bankia salió a bolsa publicitando a los interesados en comprar a acciones que era la primera entidad financiera en términos de activos totales en España, con unos activos totales consolidados en forma a 31 de diciembre de 2010 por importe de 292.188 millones de Euros”, “información que no era cierta”, añade el letrado.
Así, al demandante, “a la hora de la contratación, se le hizo firmar un test de conveniencia cuyas respuestas fueron contestadas directamente por el comercial del banco, arrojando un resultado de No Conveniente. Pese a no ser conveniente para realizar dicha operación le invirtieron 2.000 euros en acciones Bankia”.
Bankia intentó pararlo
Ortiz destaca que Bankia, “en su escrito de contestación a la demanda alegó, como de costumbre, la prejudicialidad penal, con el fin de paralizar el procedimiento”.
La sentencia estima íntegramente la demanda “que se ejercita de acción de resarcimiento por daños y perjuicios que obliga a reparar los daños y perjuicios causados a otra persona mediante una acción u omisión culpable o negligente, condenando a Bankia a abonar al actor la cantidad de 1.998,49 euros más los intereses legales y el pago de las costas causadas”.
