Aunque todo apuntaba a que el conflicto iba camino de arreglarse, ayer se produjo un nuevo giro en las negociaciones que mantienen el comité de empresa de Transportes Generales Comes con la Dirección para el cierre de un nuevo convenio colectivo.
Durante el encuentro mantenido ayer entre las partes, la empresa insistió en que la única posiblidad que baraja es descolgarse del convenio y pasar al provincial de viajeros por carretera. Dicho esto, el comité solicitó un receso para valorar los pros y los contras y cómo repercutiría a toda la plantilla. Este receso se inició sin fecha de reanudación por lo que el comité ha solicitado a los trabajadores que mantengan su postura de respaldo.
El comité lamenta que los trabajadores sigan trabajando los descansos, y permitan que se realicen cambios en la previsión semanal: “Esta actitud solo propicia que la empresa se enroque en su posición inicial y se afiance aún mas en su intención de destruir todos los derechos adquiridos.”
El comité de empresa entiende que estas reuniones son una “auténtica pantomima, y que el único objeto de las mismas no es otro que agotar el período de ultraactividad, que acaba el 27 septiembre”. Si llegada a esta fecha no hay acuerdo, la plantilla pasará a regirse por el convenio provincial, lo que podría suponer una pérdida de 400 euros mensuales.
Por otro lado, el comité se queja de la falta de seguridad en los coches durante los fines de semana. La afluencia de público a las zonas de ocio se ve notablemente incrementada los festivos y fines de semana y, desde el punto de vista de los conductores de autobuses sigue siendo un motivo de queja por la inseguridad existente. “Si bien es cierto, que en las cabeceras de las lineas Cádiz-San Fernando y Cádiz-Río San Pedro, se cuenta con la presencia de Vigilantes de Seguridad para el control de acceso a los autobuses, ésta solo permanece hasta la última parada de Cádiz, por lo que el resto del trayecto los conductores están solos, o como decimos por aquí, vendidos”.
