Los padres de los alumnos del Colegio Carlos III llevaron ayer a sus hijos a clase con cascos de obra y de bicicletas en señal de protesta por el mal estado de las instalaciones .
Con esta medida, los progenitores están intentando llamar la atención de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía para que durante el verano acometa la actuación integral que precisa el centro, que este año celebra su 25 aniversario, para salvaguardar la seguridad de los menores y del profesorado.
A primeros del mes de mayo se desplomó una bovedilla del techo de una de las aulas, por lo que desde el colegio se emitió una denuncia en Urbanismo, de acuerdo al trámite habitual de cualquier edificio. Los técnicos del Ayuntamiento se personaron inmediatamente en el centro, lo inspeccionaron y realizaron las catas necesarias en el piso afectado por el derrumbe.
La directora del colegio, Lourdes Gutiérrez, indicó ayer a VIVA CÁDIZ que el acto de protesta había sido organizado y convocado por los padres, si bien, reconoció que el profesorado también se encuentra muy preocupado con este asunto: “Desconozco si los padres continuarán con las protestas hasta que termine el curso, pero estamos de acuerdo todos en que estas obras son necesarias durante el verano para que el problema esté arreglado cuando empiece de nuevo el curso”.
Asimismo, Gutiérrez manifestó que, según los informes técnicos que se han solicitado, la seguridad de niños y profesores no corre peligro, lo que no quita para que sea necesaria una actuación urgente.
El Ayuntamiento acude cuando se le demanda, si bien la responsabilidad administrativa es de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía a la que los padres llevan reclamando la reparación integral del inmueble desde 2007. Ese año la AMPA ya denunció que la montera tenía goteras y en 2009 el desprendimiento del techo de un aula.