Cádiz trata de sobreponerse al paso de la borrasca Bernard: “Serán unos días duros”

Cádiz trata de sobreponerse este lunes a los destrozos provocados por la borrasca Bernard que azotó con saña a la ciudad este domingo. El coordinador del Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento, José Carlos Teruel, informó anoche en su perfil de X (antes Twitter), que “no hay daños personales” pero advertía de que “serán unos días duros”.

Antes las previsiones meteorológicas, el equipo de Gobierno decidió cerrar los parques desde las 12.30 horas y las instalaciones deportivas al aire libre desde las 15.00 horas. Por la tarde, el alcalde, Bruno García, recomendó “extremar la precaución” y el Ayuntamiento recomendó “no salir de casa en la medida de lo posible; la mejor protección es permanecer en los domicilios”.

Las fuertes precipitaciones y el viento, de fuerza ocho, que registró rachas de hasta 100 kilómetros por hora causaron estragos en la circulación. La avenida estuvo cortada una hora al tráfico por caída de varias palmeras, dos en Cayetano del Toro y otra en la esquina del Estadio, “y contenedores que salen volando”, y también se interrumpió la circulación en Campo del Sur.

El equipo de Gobierno movilizó hasta a 40 personas, la mitad de la plantilla destinada a Parques y Jardines, Policía Local y Protección Civil para atender las incidencias.

A todo ello hay que sumar las actuaciones en las que intervino el Consorcio de Bomberos de la Provincia de Cádiz. De los más de 300 servicios registrados, 67 se produjeron en la capital gaditana.

El temporal ha interrumpido igualmente la conexión ferroviaria entre Cádiz y Sevilla por problemas eléctricos. A primera hora de la mañana Renfe-Adif recomendaba a los usuarios llevar a cabo los desplazamientos por cuenta propia al no contar con autobuses alternativos.

Cabe recordar que la borrasca Aline dejó el jueves pasado más de 80 incidencias en la ciudad, cuando la lluvia y viento de hasta 55 kilómetros por hora obligó a cerrar parques y jardines por seguridad, cayó muro medianero sobre el forjado de una nave industrial en la calle Jimena, desplazó diversos contenedores de mercancías del transportista marítimo UniOcean, y desprendió una parte de la cornisa en el interior del Mercado Central, que obligó a clausurar uno de los accesos a este recinto.