Unas mil personas, según la estimación realizada por la Policía Local, se han concentrado en la mañana de este lunes, 24 de febrero, en la Plaza del Ayuntamiento de Alcalá la Real en apoyo al olivar tradicional y en demanda de precios justos para el aceite de oliva. La respuesta de la sociedad alcalaína ha sido muy significativa, con amplia representación del sector agrario y mayoritario apoyo de sectores como el del comercio, que ha cerrado de forma general para estar junto a aquellos que reivindican soluciones para un sector del que depende directamente e indirectamente la economía del municipio.
La Plaza del Ayuntamiento se ha ido llenando progresivamente, desde las 10 de la mañana, hora señalada para el inicio de la concentración, hasta las doce, cuando han finalizado los discursos que han dirigido a los presentes tanto el alcalde, Marino Aguilera, como la directora de la Oficina Comarcal Agraria (OCA), Carmen Fontacaba, y los representantes de las organizaciones agrarias Asaja, José Luís Sánchez Aguilera; UPA, Cristóbal Cano, e Info Oliva, Lucía Serrano.
“Estamos en un momento muy delicado. Dos años de bajos precios, de falta de voluntad política por el campo, de abusos comerciales, de banalización de nuestro aceite de oliva; en definitiva, de engaños, está pasando una factura cada vez más difícil de asumir. Nuestro aceite de oliva no es excedentario. Todo lo que se produce se consume. Pero nuestros olivareros no reciben un precio digno por su trabajo. Los costes aumentan cada vez más, pero los ingresos son menores. Y eso hace que el olivar tradicional no aguante más. Estamos en un momento en el que las políticas liberalizadoras que se están poniendo en práctica pretenden que sea el mercado el que regule toda actividad económica. Pero con las cosas de comer no se juega, porque sin vosotros, agricultores, no hay alimentos”, ha señalado la directora de la OCA, Carmen Fontacaba.
“Todas las administraciones implicadas, desde Bruselas hasta Sevilla pasando por Madrid, cada una dentro de su marco competencial, están obligadas a buscar soluciones que permitan recuperar unos precios dignos para nuestros olivareros. Todas están obligadas a garantizar el equilibrio en la cadena de valor y permitir que los agricultores no pierdan dinero por su trabajo. Todas están obligadas a poner en marcha medidas de apoyo para el olivar con mayores dificultades, que apuesten por el relevo generacional, que persigan el uso del aceite de oliva como producto reclamo, que garanticen su pureza, calidad y trazabilidad, que apuesten por la comercialización, por la promoción del consumo, la concentración de la oferta, la diferenciación y el asociacionismo. En definitiva, que apuesten por un olivar rentable, que fija la población al territorio, que lucha contra el despoblamiento del medio rural y que protege el medio ambiente. Las soluciones no serán rápidas, pero llegarán. Y, mientras tanto, es necesario que sigamos lanzando mensajes de fortaleza. Con el apoyo de toda la sociedad, el sector agrario no se rendirá. Estamos convencidos que, entre todos, lograremos que se nos escuche, conseguiremos cambiar la situación y alcanzar un equilibrio en los precios tan necesario para los productores como para los consumidores. No podemos permitir que ningún olivarero se quede atrás. Y con esa convicción seguiremos adelante”, ha concluido Fontacaba.
