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Provincia de Granada

Indemnizan al conductor despedido tras las quejas de funcionarios de la prisión por el estado del autobús

El conductor despedido después de que los funcionarios de la prisión de Alborote le obligaran a parar el vehículo que conducía para trasladarlos hasta el centro penitenciario por su "mal estado", ha sido indemnizado económicamente tras llegar a un acuerdo con la empresa

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El conductor despedido después de que los funcionarios de la prisión de Albolote (Granada) le obligaran a parar el vehículo que conducía para trasladarlos hasta el centro penitenciario por su "mal estado", ha sido indemnizado económicamente tras llegar a un acuerdo con la empresa previo al juicio que se iba a celebrar este martes en el Juzgado de lo Social número 5 de Granada.

   Según ha informado a Europa Press el delegado sindical de CSIF en el centro penitenciario, José Antonio Molina, cuyo sindicato ha prestado los servicios de asesoría y abogacía al afectado, se ha alcanzado el acuerdo de manera previa a la celebración de la vista oral, en la que no se iba a pedir la readmisión del empleado porque "desde hace un mes ha encontrado un puesto de trabajo en otra empresa y con mejores condiciones laborales".

   Así, el conductor del autobús del que los funcionarios se quejaban por su mal estado fue despedido porque "la empresa culpó de lo ocurrido ya que, tras el plante de los trabajadores que obligaron al chofer a parar el vehículo", llegó al lugar uno de los responsables de la empresa A.Moreno que le notificó su despido, noticia que "le confirmaron ya al final de la jornada", demostrando una actitud de "despotismo", ha recordado el delegado de CSIF.


   Molina, que viajaba en el autobús, ha explicado que tras varios años de quejas y escritos ante la dirección del centro para que tomara cartas en el asunto y reprobara a la empresa concesionaria del servicio de transporte, los funcionarios decidieron tomar esta medida de presión y obligar a parar el vehículo a mitad del trayecto, cerca de Maracena, donde están las cocheras, para cambiar de autobús ya que en el que viajaban "los asientos están rotos, no hay reposabrazos, el humo se cuela en la parte trasera del habitáculo y, sin aire acondicionado y sin poder abrir las ventanillas, se alcanzan temperaturas de más de 33 grados".

   "En un principio el conductor se negó e intentó negociar pero las protestas se agravaron y se vio obligado a parar y, cuando llamó a la empresa para informar, recibió insultos y amenazas", ha narrado el representante sindical, quien ha asegurado que "las malas formas son una característica de la empresa".

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