El cofrade gaditano Manuel Garrido Serrano acaba de fallecer en Cádiz a la edad de 73 años. Las hermandades de Cádiz lamentan esta triste pérdida porque las deja huérfanas de todo un referente en el mundo cofrade gaditano.
La vida de Manolo Garrido ha estado ligada a su querida cofradía del Perdón desde su nacimientoen 1940. Su padre, Manuel Garrido Carrera, fue fundador de la Hermandad y a la muerte de éste, con tan sólo 7 años, fue nombrado hermano honorífico de la corporación, pasando a formar parte de su junta de gobierno, con derecho a voz pero sin voto.
En la década de los 60 siguió formando parte de la junta de gobierno, pero esta vez acompañado de su hermano, Sebastián Garrido. Desde ese momento los dos han dirigido los designios de la cofradía de manera casi ininterrumpida. De hecho, Manolo se ha ido al cielo siendo hermano mayor del Perdón, ya que el próximo cabildo de elecciones está previsto para el 21 de junio. En definitiva, 50 años al servicio de la cofradía y de la Parroquia de Santa Cruz.
A lo largo de todo este tiempo, gracias a la familia Garrido y a otros muchos hemanos de la Hermandad se ha ido construyendo la herencia que dejarán a las generaciones venideras: una casa de hermandad donde poder compartir extraordinarios momentos, y un patrimonio humano y artístico que hoy por hoy es la envidia de muchas hermandades.
El pasado 27 de abril Manuel Garrido recibió el Galardón Emilio Luis Bartús, concedido por la Hermanad de la Paz. Un premio que con el paso de los años se ha convertido en el máximo reconocimiento cofrade de la ciudad. Un galardón a su trayectoria intachable, y a su dedicación constante. Una vida de Perdón que ahora continuará su familia de sangre y la familia cofrade que fue creando con el paso de los años.
Adiós a un cofrade con letras mayúsculas. Descanse en paz.