Los líderes iberoamericanos que se reunirán a partir del viernes próximo en Cádiz abrirán un proceso de reflexión sobre la conveniencia de convertir en bienales las cumbres que desde 1991 vienen celebrando con periodicidad anual.
La idea de pasar a reunirse una vez cada dos años está "muy extendida" a día de hoy entre los 22 países que conforman la Comunidad Iberoamericana de Naciones, un espacio que reúne a América Latina, España, Portugal y Andorra, según reconoce el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias.
Con esta medida se pretende evitar el solapamiento con las cumbres entre la UE, América Latina y el Caribe, que se celebran una vez cada dos años y que en muchas ocasiones abordan temas complementarios. Si la propuesta sale adelante estas cumbres se alternarían con las iberoamericanas.
La decisión sobre modificar o no la periodicidad de estas cumbres no se adoptará en Cádiz, sino que se dejará para la próxima cita en Panamá en 2013, informan a Europa Press fuentes diplomáticas.
Lo que se espera acordar en Cádiz es la creación de un grupo de reflexión que se encargará de presentar propuestas para renovar el sistema de las Cumbres Iberoamericanas de cara a la cita de Panamá. El grupo lo presidirá una personalidad relevante, pero no será un español.
El Gobierno de Mariano Rajoy, organizador y anfitrión de la cita de este año, advierte de que la discusión en torno a cómo repensar las cumbres no monopolizará los debates, pues la reunión de este año tiene su propio contenido.
España, junto a Portugal, aprovechará la presencia en Cádiz de sus colegas iberoamericanos para ofrecerles de primera mano, sin intermediarios, una visión "real y realista" sobre la crisis de deuda en la 'eurozona', explican fuentes del Ejecutivo.
También busca el compromiso de sus socios para que respalden su candidatura a ingresar como miembro no permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU en el bienio 2015-2016, a cambio de apoyar otras candidaturas de sus aliados iberoamericanos.
El encuentro constituirá una oportunidad para que los líderes no solo hablen de sí mismos, sino de lo que pasa en el mundo, con dos acontecimientos de trascendencia para las relaciones internacionales que coinciden en esas mismas fechas, como la reelección de Barack Obama al frente de la presidencia de EEUU y la renovación de la cúpula del poder político en China.
Nivel de asistencias
Tras el récord de ausencias registrado en la cumbre del año pasado, celebrada en Paraguay, el Gobierno se da por satisfecho con el nivel de asistencias de jefes de Estado que a día de hoy tiene confirmadas.
Paraguay será el único país que no enviará ningún representante a la cumbre por el conflicto que mantiene con sus vecinos, que no reconocen al actual Gobierno de Federico Franco como legítimo. El propio Franco se autoexcluyó de participar en la cumbre de Cádiz, liberando así a España de la incómoda decisión de invitarle o no.
La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, no viajará a Cádiz por recomendación de sus médicos, que consideran que ese desplazamiento supondría un esfuerzo adicional no aconsejable para la presidenta, que tiene otros dos viajes previstos en las próximas semanas con motivo de dos cumbres con sus vecinos sudamericanos de Unasur y Mercosur.
Fernández de Kirchner estará representada en Cádiz por su vicepresidente, Amado Boudou. El Gobierno español ha desvinculado la ausencia de la presidenta del diferendo que ambos países mantienen por la expropiación del 51 por ciento de YPF a Repsol.
El Ejecutivo español tiene la impresión de que ni el presidente cubano, Raúl Castro, ni el venezolano, viajarán a Cádiz. El primero nunca ha participado en estas citas. Su canciller, Bruno Rodríguez, sí volará a Cádiz, donde tendrá oportunidad de abordar con su colega español, José Manuel García-Margallo, una posible repatriación a España del dirigente de Nuevas Generaciones Angel Carromero, condenado en la isla a cuatro años de cárcel por el homicidio imprudente del disidente Oswaldo Payá.
Por parte de Venezuela, en ausencia de Chávez se espera la asistencia del vicepresidente y jefe de la diplomacia, Nicolás Maduro. Al margen de los mencionados, el resto de líderes han confirmado su presencia en la cumbre.
Nuevas iniciativas
Se espera que en la Cumbre de Cádiz los líderes iberoamericanos aprueben algunas iniciativas nuevas de cooperación, como el lanzamiento de un sistema de investigación y cooperación policial en seguridad ciudadana, que permitirá el intercambio de información en la materia entre los países, como el cruce de datos sobre delincuentes en búsqueda y captura.
España aspira también a acordar con el resto de sus socios un compromiso para facilitar el intercambio de profesionales cualificados entre los países iberoamericanos, lo que debería cristalizar en un futuro en la agilización de visados, entre otras facilidades.
También se pretende adoptar una Carta iberoamericana de las pymes, un primer paso para facilitar la instalación de pymes en otros países de la Comunidad Iberoamericana.
Los líderes tienen previsto dar su respaldo a una nueva herramienta iberoamericana para la solución de conflictos entre empresas, el Centro Iberoamericano de Arbitraje Internacional al que ya se han adherido 40 instituciones de diversos países, entre colegios de abogados, patronales y cámaras de comercio.
