“Es un disco muy personal. Muchas de las canciones nacen de un impulso natural e inmediato, como Jorge y Yo, un tema con el que explico lo importante que fue para mí mi hermano durante nuestra infancia, pero también hay otros con los que hago referencia a mitos femeninos como al de Eva o la mujer de Lot”, ha explicado Rosenvinge.
Así, con canciones como Desierto -que tiene como heroína la mujer de Lot, que según la Biblia se convirtió en una estatua de sal al mirar atrás en su huida de Sodoma- o Eva enamorada -la historia de una Eva amnésica que no quiere volver al Paraíso-, la cantante y compositora se introduce en las profundidades de la religión para enviar un mensaje claro: “Todo el mundo es dueño de su destino”.
“Vivimos en un momento en el que la religión tiene un gran peso. A menudo, la gente delega la responsabilidad de sus actos en un Dios hipotético. La idea que quiero transmitir aquí es que cada persona es dueña de su destino y responsable de lo que hace”, ha afirmado Rosenvinge.
El sencillo de presentación es Mi vida bajo el agua, una canción melódica sobre una sirena “que sólo puede respirar cuando tiene la cabeza bajo el agua”.
“Se supone que las sirenas son las primeras femmes fatales que existen en la iconografía popular, y esto es algo que me hace mucha gracia. Es una proyección de los hombres que en realidad no existe, no hay mujeres fatales, a pesar de que a todas nos gustaría serlo en alguna ocasión”, dice.
Tu sombra, La idiota en mi (mayor) o La noche del incendio son otros de los once temas incluidos en La joven Dolores.