Sara Baras ha conseguido llenar cuatro noches consecutivas uno de los templos del baile de la Gran Manzana, el New York City Center. “Lástima que no podamos embotellar su inmensa energía y así acabar de una vez con la crisis energética”, bromea Miguel Marín, director del Flamenco Festival Nueva York, celebrado la pasada semana, quien se felicita por las críticas de este calibre recibidas.
La artista isleña también colgó el cartel de sold out varios días antes de actuar en The Kennedy Center, en Washignton DC, “otro de los escenarios más importantes de Estados Unidos”. “Es una artista flamenca que no necesita un festival para llenar salas y lo hace, pues con su presencia sabe que apoya a los nuevos talentos; en su generosidad también está su grandeza”, apostilla Marín en una nota de prensa remitido a los medios de comunicación.
Sara Baras responde con la misma gratitud. “Sinceramente, creo que ha sido una de las giras más bonitas que he hecho en mi vida”, asegura en declaraciones a VIVA CÁDIZ, tras su último espectáculo.
“Alma es el espectáculo más importante emocionalmente para mí”, apunta, “y compartirlo con el Flamenco Festival y con el público que viene dispuesto a sentirlo me parece un regalazo”.
La isleña insiste en que “es doblemente importante entregar tu alma cuando estás rodeada de un equipo tan fantástico” como el organizador de la gira “y es maravilloso volver a los lugares donde ya hemos estado y ver el crecimiento que hemos tenido, la evolución que hemos experimentado, y que te esperen con un cariño tan grande”.
Y concluye: “Alma, lo que pensaba que era un regalo para mi padre, ha dado la vuelta y es ya un regalo para nosotros”.
Flamenco Festival destaca que “el derroche de fuerza física y presencia” que Sara Baras muestra en su espectáculo, “mezcla del flamenco y el bolero, pone en pie al patio de butacas día tras día, generando unanimidad de crítica y de público, que han sentido la desnudez de sus sentimientos más íntimos”.
Pero no ha sido el único éxito. El festival ha cosechado un 90% de media de ocupación y un 40% de llenos absolutos a lo largo de la veintena de funciones celebradas a cargo de un total de siete compañías en Nueva York, pero también en los principales espacios escénicos y culturales de Miami y Whasington.
La organización asegura que han disfrutado “de la emoción más pura del flamenco contemporáneo más de 18.000 personas (más de medio millón desde la primera edición del festival)”. “Es fundamental el apoyo que hemos recibido por parte de los teatros que nos acogen después de 23 años y que siguen apostando por el flamenco, como es el caso del New York City Center y el Adrienne Arsht Center, así como la colaboración con el Instituto Cervantes, a través del Congreso Mundial del Flamenco, con el Ministerio de Cultura y Acción Cultural Española”, agrega Marín.
Entre los artistas, sobresale la leyenda de la danza Sara Baras, pero también figuras emblemáticas de la guitarra como Rafael Riqueni o Antonio Rey, voces únicas como El Mati; el cautivador dueto de Emilio Solla & Antonio Lizana Quartet; Irene Lozano, La Chiqui; y el estreno del multi instrumentista Diego Villega.