Una mañana algo más suave en lo climatológico ha animado en varios cientos de alcalaínos a congregarse este jueves en el Compás de Consolación, Paseíllo de la Mora y calle Real para revivir una tradición muy alcalaína, como es la festividad de la Candelaria. Como en tantas otras celebraciones a lo largo y ancho de la geografía nacional, confluye aquí el espíritu de advenimiento de la cercana primavera, dejando atrás por tanto lo peor del rigor del invierno.
En lo meramente religioso, las Cofradías de Nuestra Señora de las Mercedes Coronada y la del Dulce Nombre de Jesús y Santa Caridad llevaban a cabo, en la tarde de ayer, día 1, la celebración de la Presentación de Jesús en el Templo, en la que tenía lugar la Misa de Vísperas y la tradicional presentación de los niños y niñas a la Virgen.
En la mañana de hoy, la salida procesional tenía lugar en torno a las 11 de la mañana, con la habitual expectación por contemplar la original indumentaria de los “Palomos”, alusiva en esta ocasión a los papas Francisco y Benedicto XVI, tras el reciente fallecimiento de este último. Otro elemento imprescindible en este día ha vuelto a ser la tarta, que es degustada al final de la celebración por los asistentes.
En definitiva, continuidad de una fiesta genuinamente alcalaína, que vuelve a ocupar su lugar en el calendario tras años muy difíciles por la reciente pandemia.
