El delegado del Estado en la Zona Franca de Cádiz, Jorge Ramos, acompañado de parte del equipo directivo del Consorcio gaditano, participó en la reunión anual de la Asociación de Zonas y Depósitos Francos que se ha celebrado en la sede de la Zona Franca de Vigo.
Durante el encuentro, se ha elegido como nuevo presidente al director del depósito franco de Santander, Fernando Cámara, en sustitución del presidente saliente, el director del depósito franco de Bilbao, Jon Garamendi, a quien todos agradecieron su dedicación y trabajo durante estos últimos años al frente de la Asociación.
Al término de la reunión, a la que además Jorge Ramos y los directores de los depósitos francos asistieron los delegados del de Tenerife, Gustavo González de Vera, y la anfitriona y delegada de Vigo, Teresa Pedrosa, los gestores de estos espacios aduaneros manifestaron que para conseguir uno de los principales objetivos de sus organizaciones que es el de atraer y fomentar el comercio y los intercambios internacionales, se necesita conseguir espacios más competitivos para lo que es imprescindible simplificar los trámites burocráticos y soportar en ellos una menor fiscalidad.
El presidente saliente, Jon Garamendi, resaltó que si bien la Administración intenta facilitar las operaciones de comercio internacional aplicando ciertas execciones fiscales para ello requiere, al mismo tiempo, un gran trabajo burocrático y muy garantista por el que se pierde agilidad. Garamendi informó que la Asociación lleva siete años trabajando y aportando sugerencias a la redacción del nuevo Código Aduanero que se espera que vea la luz en mayo de 2016.
El Delegado de Cádiz, Jorge Ramos, hizo especial hincapié en que por España pasa entre el catorce y el quince por ciento del comercio internacional y que para poder capturar a parte de esos tráficos, y que ello genere en el país empleo y riqueza, es imprescindible dotar a las zonas francas de más ventajas fiscales puesto que los espacios competidores como pueden ser los del Golfo Pérsico o el norte de África atraen a esos tráficos con unas áreas prácticamente libres de impuestos y sin apenas control de la mano de obra.
Teresa Pedrosa explicó que la solicitud de una tercera área en régimen franco en el futuro puerto seco de Salvaterra se está tramitando precisamente para que la Zona Franca de Vigo siga siendo un instrumento clave para la creación de nodos logísticos que capten cada vez más tráficos del comercio mundial.
Para Gustavo González, tanto la Zona Franca de Tenerife como la de Las Palmas, son instrumentos imprescindibles para el comercio en las islas y que han venido a sustituir al anterior régimen especial que tenía el archipiélago.
La Asociación de Zonas y Depósitos Francos de España agrupa a las cinco zonas francas existentes (Barcelona, Cádiz, Las Palmas, Tenerife y Vigo) y a los 15 depósitos francos localizados en otras tantas ciudades. Según el Código Aduanero vigente en nuestro país las zonas y depósitos francos son partes del territorio comunitario donde se puede almacenar por tiempo ilimitado, transformar y distribuir mercancías, sin la aplicación de aranceles, gravámenes ni impuestos indirectos. Su finalidad principal es la de atraer y fomentar el comercio y los intercambios internacionales.
Estos enclaves reciben la denominación de áreas exentas y tienen un régimen aduanero y fiscal especial, en virtud del cual las mercancías introducidas en sus recintos “no están en territorio comunitario”. Es decir, se consideran fuera del ámbito geográfico aduanero de la Unión a efectos de los derechos de importación, exacciones reguladoras agrícolas, restricciones cuantitativas, así como de cualquier impuesto y medida de política comercial. Aparte de estas aplicaciones, el uso de zonas y depósitos francos comporta una serie de ventajas arancelarias, financieras y fiscales.
