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Cómo ser un buen cuñado en Nochebuena y no morir en el intento

Si eres de los que dice “jefe, esta copa tenía un agujero” o “paga el niño”, seguro que estás deseando que llegue la cena de Nochebuena para soltarte la melena

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  • Familia celebra la Navidad -

La primera gran noche de las fiestas de Navidad llega con la cena del 24 de diciembre. Antes de que Papá Noel se cuele por las chimeneas o las terrazas de nuestras casas, las familias se juntan para compartir una copiosa cena que siempre regala algún que otro momento para el recuerdo. 

Con el discurso del Rey de fondo, los debates políticos o de deporte, en su mayoría fútbol, son los grandes temas que son capaces de eclipsar hasta la mejor gamba o el mejor plato de carne de la historia. 

Pero si en tu doble personalidad escondes aquello conocido como “un ‘cuñao’ de manual”, eres el elegido para evitar que el marisco se convierta en un arma arrojadiza al primer comentario fuera de lugar de tu abuelo, de tu tía o de cualquier persona. 

Las mejores frases para superar la cena de Nochebuena

Una vez esté la mesa completa, con todos los platos existentes en cualquier supermercado, es el momento ideal para soltar aquello de “menos mal que no hay que pedir la dolorosa” en relación a la cuenta de un bar. 

Eso sí, nunca debes perder la oporturnidad de decirle a la persona que se ha encargado de hacer toda la compra que "yo lo consigo a mitad de precio".

La que te sacará de un apuro y evitará cualquier conflicto es “ya no se puede decir nada”. Así, los focos se pondrán en ti y podrás rebajar el tono con algo de ‘humor’.

Otra frase que no puede faltar es la relacionada con la generación más joven que la tuya: “Míralos, todo el día con la maquinita…”. Incluso puedes aderezar tu comentario con un “generación de cristal”, que siempre marida bien. 

Si, por ejemplo, algún familiar llega tarde porque no ha sido sencillo aparcar, siempre puedes hundirlo un poco más diciendo aquello de “yo lo he dejado en la puerta. Si buscas bien, encuentras”. 

Y que no te sepa mal dar rienda suelta a tus capacidades culinarias. Siempre estás a tiempo de decir que “este vino está 'picao'" o "trae, que tú no sabes. Así no se corta el jamón, hombre..."

Pero, la que nunca debe faltar y está marcada en rojo en el manuscrito del Cuñadismo es la de “a ver si el año que viene estamos los mismos…”.

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