El miedo a la soledad puede ser una de las mayores fobias que todo ser humano tema padecer a lo largo de su vida. Desgraciadamente, muchas personas avanzadas en edad que se encuentran en residencias dejan de ver asiduamente a sus seres queridos por circunstancias de lejanía o simplemente por conflictos familiares. Algunos son atendidos y visitados por sus familiares, y otros no.
Para luchar contra esto, hace tan sólo cuatro años, en 2014, nació la fundación "Adopta un abuelo", cuyo fin fue, y sigue siendo, ofrecer un intercambio generacional entre personas mayores y jóvenes, para que los mayores se sintieran escuchados y para que los jóvenes aprendieran toda la sabiduría que una persona mayor tiene que contarles.
Combatir la falta de socializaciónde estas personas mayores es el fin al que se propuso llegar Alberto Cabanes, presidente y fundador de esta asociación, que, a día de hoy, a puesto en marcha una ampliación de su radio de actuación, llegando a todas las capitales de la provincia de España, entre las que se encuentra Sevilla, incluso a dos ciudades de Portugal.
“Toda esta ampliación ha sido posible gracias a los más de 400 jóvenes implicados en activo y a la gran lista de espera que tenemos deseando participar en este bonito proyecto”, cuenta Cabanes. También, éste explica que la intención es establecerse en pocos meses en la localidad sevillana de la Puebla de Cazalla.
Origen
Como todos los proyectos, éste también tuvo su origen. “Esta idea surgió desde mi propia experiencia”, indica Cabanes. “Mi abuelo se encontraba en una residencia y cuando iba a visitarlo conocí a varias personas mayores encantadoras. De esta forma adopté a un abuelo, con el que compartía numerosas anécdotas y experiencias”, explica. Además, Cabanes, al comprobar lo bien que funcionaba esta práctica, consiguió que otros jóvenes hicieran lo mismo con otros abuelos. Así, creó una web y consiguió formar lo que hoy conocemos como ‘Adopta un abuelo’.
La idea de esta asociación no es otra que establecer un lazo de uniónentre jóvenes y ancianos. Los jóvenes que deseen participar en este proyecto deben pasar una serie de pruebas psicotécnicas, de actitudes y personales. Si finalmente las consiguen superar, se les asigna un abuelo, al cual ‘adoptan’.
El presidente de esta fundación cuenta que asisten por parejas. Es decir, dos jóvenes son los que acuden a visitar a las residencias a su abuelo ‘adoptado’. Para conseguir atraer a esta juventud, la fundación ha realizado convenios con universidades y una importante labor por redes sociales, dándose a conocer en toda España.
Convenio
En Sevilla, esta fundación tiene un convenio con la residencia Vitalia Home. Allí los jóvenes pasan un curso escolar completo, desde que comience en septiembre, hasta el mes de mayo que finaliza, aproximadamente. Cabanes explica que esta fundación es totalmente flexible con ambas partes. “Los jóvenes suelen acudir una hora y media a la semana a visitar a sus abuelos, aunque hay excepciones.
Por ejemplo, hay abuelos que se encuentran mal de salud una semana y no son visitados. En cambio, hay jóvenes que pueden llevarse hasta tres horas y media, porque verdaderamente se lo pasan bien”, afirma Alberto Cabanes. Además, añade, “ambas partes salen beneficiadas, con mucha satisfacción, debido a que el joven aprende valores, compromiso y experiencia, y la persona mayor recibe la compañía y la alegría de estos jóvenes”.
Una fundación a la que su propio presidente le augura muchos años más, ya que “no queremos que esto se quede en un empujón de los dos o tres primeros años, sino que esto sea un proyecto a largo plazo, que siempre sigamos creciendo y que podamos hacer esta gran labor social que tanto nos gusta”, concluye Cabanes.
