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El Jueves

Madrugá tocada...

Los momentos en la avenida de la Constitución fueron de auténtico pánico. Al menos lo que uno espera es la condena unánime de todos los grupos municipales

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  • Madrugá de Sevilla -

Habían pasado las 4 de la madrugada cuando en la Avenida discurrían los primeros tramos de la Hermandad de la Macarena, en concreto el tramo de penitentes con cruces. Una estampida resuena por unos segundos proveniente de la Punta del Diamante: penitentes en el suelo, nazarenos descubiertos, sillas volcadas y pánico en el público, mucho pánico. Estas mismas estampidas se repiten por tres veces mientras que, entre el aplauso del público y las llamadas a la calma, los nazarenos muestran miedo en su rostro, la mayoría de ellos descubiertos.


Lo cierto es que la madrugada está tocada. Y no es ya cuestión de minutos o tiempos de paso, sino de aquellos que vienen a pasar una noche en Sevilla de la única forma que saben: con el vandalismo como bandera.


Los momentos en la avenida de la Constitución, soy testigo de ello, fueron de auténtico pánico. Al menos lo que uno espera es la condena unánime de todos (digo TODOS) los grupos municipales. Es la hora de que al igual que los nazarenos se tienen que descubrir presos del miedo, que todos se quiten la careta y condenen unos hechos que destrozan uno de los momentos más álgidos de las Fiestas Primaverales de la ciudad. No hablo de religión ni de creencias. Hablo de la ciudad.

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