Un gol de falta desde más de treinta metros de Adrián Colunga, en el que Andrés Palop no estuvo muy acertado, permitió al Getafe sumar un punto en un gélido y tedioso partido ante el Sevilla (1-1), que se adelantó por medio de José Antonio Reyes y que no pudo comenzar con triunfo la andadura liguera de su nuevo técnico, el vasco Unai Emery.
Inmersos en sendas crisis de resultados, Getafe y Sevilla se dieron cita en el Coliseum en busca de tres puntos que les permitieran empezar a revertir sus respectivas dinámicas negativas, aunque su posición en mitad de tabla, lejos del objetivo europeo, quedó patente con el escaso fútbol que ambos demostraron en esta gélida noche.
El partido debía servir también, en el caso del Sevilla, para empezar a medir la labor de Unai Emery, debutante en Liga sustituyendo al destituido Míchel, que solo había logrado un triunfo a domicilio en diez desplazamientos.
Una de las primeras decisiones del técnico vasco se pudo ver en el once inicial con la apuesta bajo los tres palos de Andrés Palop, que no era titular en el campeonato liguero desde la jornada trece y al que los nervios le pasaron factura en alguna que otra jugada.
La primera ocasión de peligro del partido llegó del lado sevillista, a los catorce minutos, por medio de Álvaro Negredo, quién recibió un balón en el costado derecho a la espalda de su defensor, se zafó del portero Moyá en su salida y el disparo lo alojó en las mallas laterales.
Al Getafe se le complicó el partido a los quince minutos, cuando Juan Rodríguez, que hoy salió como lateral derecho, tuvo que abandonar el césped lesionado, siendo sustituido por Rafa, que pasó a ocupar el lateral izquierdo, provocando que Valera pasara al otro lado.
Ese contratiempo trastocó los planes del técnico Luis García Plaza, que tuvo que ver el partido desde el palco al estar sancionado y a punto estuvo de lamentar, mediada la primera mitad, un fallo en la cobertura defensiva de su equipo que provocó que Jesús Navas, solo en línea de gol, fallara un remate que despejó Moyá con una gran parada.
El Sevilla encontró recompensa a su mayor ímpetu a los 39 minutos, cuando el croata Iván Rakitic cedió de espuela a José Antonio Reyes, que, solo ante Moyá, definió muy bien con la zurda.
La alegría le duro poco al conjunto andaluz, ya que cuatro minutos después Adrián Colunga lanzó una falta desde unos treinta metros que Palop no acertó a despejar, llevando la igualada al marcador.
En la segunda mitad, el Sevilla volvió a salir con algo más de profundidad que el Getafe y pudo adelantarse de nuevo, después de un centro de Reyes que Valera, en su intento de despeje, mandó hacía su portería, obligando a realizar una estirada a Moyá.
Para entonces Luis García, que veía que su equipo apenas inquietaba en ataque, movió banquillo y sacó al ariete Álvaro Vázquez, con el que ganó en movilidad, aunque sin el resultado esperado, ya que siguió sin acercarse en exceso a la meta de Palop.
En el minuto 68, Rakitic sacó un pase a la espalda de los centrales que Álvaro Negredo recogió dentro del área, pero que no pudo culminar su disparo con acierto por la presencia del central argentino David Abraham, que provocó que el lanzamiento saliera desviado.
Esa sería la última ocasión de peligro del partido, que languideció en sus minutos finales con mucho juego en la medular y con los dos equipos demasiado centrados en mantener el resultado.
