El Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Sevilla ha anunciado la presentación ante el próximo Pleno municipal de una propuesta tendente a un mayor grado de protección y la reactivación cultural del Cine Teatro Cervantes, ubicado en la calle Amor de Dios de la capital hispalense, uno de los recintos afectados --junto a los cines Alameda y Avenida-- por la sentencia del Tribunal Supremo que elimina la calificación urbanística como Servicios de Interés Público y Social de carácter privado otorgada por el vigente Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU), retrotrayendo así a la denominación de Centro Histórico con carácter genérico que daba el plan anterior de 1987.
En rueda de prensa, el portavoz adjunto del PSOE municipal Antonio Muñoz --que ha comparecido acompañado de la concejal socialista Mercedes de Pablos-- ha incidido en esta situación, "no menos importante" que los asuntos del aparcamiento de la Alameda o el edificio de la Gavidia, igualmente incluidos en la modificación del PGOU promovida por el Consistorio.
Ha señalado, en este sentido, que del ámbito de la modificación deben excluirse otras seis salas sobre las cual no pesa pronunciamiento judicial alguno, en referencia a los cines Apolo, la Sala X de la calle Trajano, el antiguo cine Llorens, las salas Imperial y Pathé y el teatro Álvarez Quintero, frente a la "extrapolación gratuita" que, ha subrayado, pretende hacer el gobierno del popular Juan Ignacio Zoido.
El PSOE considera que la calificación de Centro Histórico supondrá la progresiva desaparición de edificios "aptos para el desarrollo cultural, económico y social" del casco antiguo. Por ello, y partiendo de la raíz de que la resolución del Supremo debe ejecutarse, sí ven "reprochable" que desde el Ejecutivo local se quiera ampliar esta medida a los otros cines y teatros "sin que haya reclamación". Así, la modificación puntual del PGOU en relación con las salas que no han sido objeto de litigio "supone la ejecución extensiva de una sentencia judicial, dotando de la cualidad de cosa juzgada a cuestiones que no se han trasladado a los juzgados y tribunales".
Para Muñoz, existe el riesgo de que estos lugares acaben convirtiéndose en unidades residenciales, razón por la que ha apostado por usos terciarios que permitan la conservación de las salas, en dos de cuyos casos --Cervantes y Llorens-- se reclama un grado de protección superior al actual que impidan actuaciones sobre el edificio que transformen sus elementos arquitectónicos más relevantes.
Especial hincapié ha realizado De Pablos en el caso del Cervantes, obra del arquitecto Juan Talavera y con un estilo decorativo propio del Segundo Imperio, para que su grado de protección pase del C al B; también ha recalcado la historia de la Sala X, un antiguo cabaret que fue utilizado como cárcel.
Por otro lado, Muñoz ha dado cuenta de una solicitud para instar a que las salas de cine del conjunto histórico se integren como lugares de exhibición del Festival de Cine de Sevilla, así como para que se inicien conversaciones con la Consejería de Cultura y Deporte para la firma de un convenio de colaboración que permita incluir las salas del centro en el circuito de difusión del patrimonio cinematográfico que gestiona la Filmoteca de Andalucía.
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