La Casa de la Provincia de Sevilla acoge la exposición 'Luciérnagas', una producción del XIV Otoño Cultural Iberoamericano, en la que Andrés Rábago, más conocido como 'El Roto', seudónimo con el que firma la viñeta diaria que publica en el diario El País, se muestra en su faceta de excelente pintor, con una muestra significativa de su obra pictórica.
Rábago es uno de los artistas más interesantes y polifacéticos de nuestro país, conocido además por sus míticas publicaciones de Hermano Lobo, La Codorniz o Cuadernos para el diálogo. Para esta exposición, selecciona 21 cuadros y 12 dibujos realizados en el proceso de elaboración de las pinturas durante los últimos cuatro años que, según ha explicado el artista, "se sustentan en una temática metafísica y en un terreno abandonado del simbolismo del siglos XIX", que ocuparán la Sala Provincia del Organismo y que se podrá visitar hasta el próximo 9 de enero.
El título que da nombre a la exposición, lo explica el propio artista. "A principios de 1975, en un artículo publicado en e Il Corriere della Sera, Pasolini alertaba de la desaparición de las luciérnagas y establecía una relación directa con el clima de degradación intelectual, política y moral de la Italia de su tiempo".
"La desaparición de esas pequeñas luces nocturnas ya no provocan ningún comentario en nuestra época, que prácticamente ha olvidado la existencia de estos pequeños milagros de la naturaleza, acostumbrados como estamos al deslumbramiento producido por la degradada luz de la electricidad. De igual modo, tampoco somos conscientes de la pérdida de otras luces que iluminaron en otros tiempos el alma humana, en su dificultosa travesía de sus noches oscuras", continúa Rábago
Así, para el pintor "el arte quizá pueda ofrecer un pequeño alumbrado a aquellos que, esperanzados, aún crean que ni la oscuridad reinante es una condena definitiva ni los falsos brillos una oferta aceptable" y ofrece estas obras expuestas "con esa humilde voluntad".
PINTURA METAFÍSICA
Rábago ha querido explicar la singularidad de su pintura "metafísica" en un texto bajo el epígrafe de 'Entreluces': "La oscuridad anhela la luz, pero la luz desconoce la oscuridad. Solo en la órbita de uno mismo. Lo inefable es el territorio natural de lo pictórico. No pintar como eres, sino como podrías llegar a ser. Cuando miro un cuadro que no he visto en algún tiempo, generalmente lo encuentro distinto, pero nunca sé si ha cambiado él o lo he hecho yo. El silencio es el espacio en el que podemos escuchar".
En palabras del guionista de historietas y director editorial, Felipe Hernández Cava, miembro del colectivo El Cubri, "Andrés Rábago se atreve a adentrarse en niveles del espíritu más profundos que aquellos por los que nos desplazamos la mayoría de nosotros, placenteramente dormidos en el acriticismo, para conducirnos a meditar sobre lo esencial del orden o del modelo que sustenta el universo".
Otros artistas ofrecen también su visión de la pintura de Andrés Rábago. Para el escritor Álvaro Marcos Arvelo, "está entregado a la búsqueda de esa luz sobrenatural en la que él persigue la huella de lo sagrado". El profesor Ángel Antonio Rodríguez pone el acento en "la austeridad formal y cromática de los trabajos de Rábago, esencialmente plástica, porque maneja con delicadeza las calidades", subrayando su solidez ética y su sugerente apuesta estética con la luz como "elemento generador de sensaciones".
Por su parte, el escritor Andrés Trapiello destaca "el silencio" de la pintura de Rábago, "que es el silencio de los solitarios" porque se trata de silencios que siguen nuestros pasos como nuestra sombra a nosotros mismos. A donde quiera que vayan los cuadros de Andrés Rábago, les seguirá su silencio".