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San Fernando

"No es necesario saber solfear. Sólo ganas de cantar y de trabajar mucho"

La unión de La Coral Logar de la Puente y la Banda Sinfónica Municipal añade un plus de calidad y de diversidad al mundo musical del San Fernando.

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La unión hace la fuerza. No es un tópico, sino una verdad empírica. En mucha mayor medica por cuanto la unión ni impide la individualidad. Y eso es lo que han hecho la Coral Logar de la Puente y la Banda Sinfónica Municipal. Unirse. Si hay que unirse. No hacerlo. Si no es necesario.

Francisco José González, director de la Coral de la Puente, lo tiene claro. No sólo actúan juntos y separados banda y coral, coral y banda, o juntos.

Si en vez de dos entidades unidas se habla sólo de músicos, las posibilidades son muchas más, porque un cuarteto de viento puede acompañar al coro, un clarinetista también, el teclado a la banda y así cuanto se puede pedir a ambas agrupaciones.
Lo han demostrado ya en diversas ocasiones. La última con motivo de los actos previos al Corpus cuando tuvo lugar un concierto eucarístico en la Iglesia Castrense de San Francisco.

Es verdad que existe el inconveniente de que una banda de las dimensiones de la Sinfónica Municipal puede ser un problema para un coro de apenas una veintena de voces, pero todo se arregla con menos banda, ya que no puede haber más coro.

Francisco José González analiza esa cuestión en una entrevista para esta casa al reconocer que la banda, con todos sus efectivos, es demasiado para sus voces por mucho que se esfuercen. Porque no es una orquesta la que acompaña, sino una banda. O sea, mucho metal. “Y el músico, cuando está tocando, no se va a poner a pensar que detrás tiene un coro de veinte voces”.

No es sólo el problema de la Coral de la Puente sino del resto de corales. No hay voces en los coros, que no en la ciudad. La explicación es clara cuando lo cuenta González. Hay mucha gente con buena voz pero no se atreve a cantar en un coro por la creencia de que todos sus componentes saben música, tienen una preparación.

La preparación es mucho trabajo y muchas ganas de aprender, dice el director de la Coral, porque entre esa veintena de personas apenas hay tres que saben música. Los demás cantan porque lo aprendieron en los ensayos. En muchos ensayos.

¿Qué es lo que leen los integrantes de la Coral cuando abres sus portafolios? Partituras. Las canciones escritas en el pentagrama. Aunque no la sepan leer. Pero el ensayo, el fijarse en la letra y ver las evolución de las notas en el pentagrama se va colando en el cerebro y al tiempo el ascenso o descenso de las notas se vuelve algo familiar. El primer y mejor paso para aprender música.

No obstante, González tiene meridianamente clara una cosa. La carencia se nota por comparación. Si actúan con la Sinfónica Municipal se los comerán, pero si actúan como coro es suficiente con lo que hay. Mejor algunos más. Pero por ahora, pasa.

Eso responde a la pregunta. ¿Por qué no se unen las cuatro corales que hay en San Fernando en una gran coral? Por eso. Porque como coros, funcionan.

Quizá alguna vez se pueda dar el caso de que la Sinfónica y las cuatro corales actúen juntas. Una sinfónica que cada vez crece más en la cuerda. Un buen camino de cara al futuro.

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