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La reunión entre la empresa CAV Europa y los trabajadores no llegó a producirse

Los trabajadores denuncian que la empresa acudió con su abogado al encuentro, cuando se había acordado que los representantes legales no estarían presentes

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  • Los trabajadores de CAV Europa. -

A pesar de la intervención mediadora del Ayuntamiento, parece que el conflicto entre CAV Europa y sus empleados no tiene visos de encontrar una pronta solución. Y es que la reunión propiciada por las gestiones de la alcaldesa de Rota, María Eva Corrales, y prevista para el día de ayer en Jerez no llegó a producirse a causa de un enfrentamiento entre las partes por una cuestión formal.

Al parecer, los términos de dicho encuentro se habían fijado en que acudirían tan solo empresa y trabajadores, y que posteriormente los representantes legales de ambos se reunirían para cerrar los flecos del posible acuerdo alcanzado. Cual fue la sorpresa de los trabajadores cuando, al llegar a la reunión, comprobaron que se encontraba presente el abogado de CAV Europa, y a su asesor legar tan solo se le avisó de este detalle una hora antes de la reunión, siéndole por tanto imposible acudir al encontrarse realizando su trabajo. Tanto para el asesor legal del colectivo como para los propios trabajadores este gesto ha sido "una encerrona hecha con mala fé" y una muestra más de que la empresa "no tiene voluntad alguna de negociar", explicaba a este periódico el secretario del Comité de los empleados del aeropuerto de la Base, José Peña.

Aunque valoran la intervención municipal, consideran que la empresa "no está por la labor", y por tanto, y aunque mañana finaliza tanto la huelga como las movilizaciones que llevan ejecutando desde el día 31de agosto, y por tanto desde el sábado se incorporarán de nuevo a sus puestos de trabajo, tanto el Comité de Empresa como las secciones sindicales se sentarán para estudiar nuevas acciones de cara a los próximos días.

En una carta enviada a los medios, el colectivo denuncia que la empresa solo busca "socavar nuestro ánimo, ridiculizar a nuestros representantes y, si pudiera, subyugar a la plantilla a su capricho para poder apuntarse méritos con sus jefes en EE.UU". Para los trabajadores, "este no es el tipo de empresa que le interesa nuestro pueblo, no solo a nosotros como plantilla: si dejamos que las empresas que cada vez obtienen más contratas del gobierno EE.UU. sean del tipo parasitario que pretende adoptar la nuestra, el futuro del pueblo se irá por el desagüe", apuntan.

El colectivo considera que la Base Naval no tiene otra forma de compensar la servidumbre impuesta mas que ofrecer al entorno, preferentemente en Rota, algún beneficio de su presencia. Los alquileres, el consumo local, los contratos a empresas locales "son una forma de retroactividad que compensa a algunos, pero ¿y la gran mayoría? que no tiene propiedades, empresas ni negocios, que sólo tiene su esfuerzo personal para salir adelante día a día".

Los trabajadores del aerupuerto reflexionan en su carta sobre lo que supone tener la Base dnetro del término municipal, y cuales son las aportaciones hacia la localidad, que se traducían en un número de empleos "que en los últimos años hemos comprobado cómo se iba reduciendo paulatinamente. Últimamente se están convirtiendo los empleos permanentes en contratas, esta fórmula es comprensible en la situación económica que atravesamos mundialmente. Pero estas contratas deberían seguir aportando el flujo de empleo que sustituyen. Si esta empresa no contrata a los trabajadores que ofertó y se queda los sueldos que no paga, no tributa localmente, sino que fija su sede en Cataluña y además los beneficios rinden impuestos en EE.UU. a través de su matriz ¿qué beneficio está dejando en Rota, Andalucía o España?".

La plantilla valora la sensibilidad de la clase política ante el conflicto, pero consideran que "deben mantener una actitud vigilante", sobre todo ahora, con la llegada del escudo antimisiles, "sobre los actos de sus socios internacionales hasta las últimas consecuencias. Hay que obligar a las empresas que vengan a Rota a que sean españolas como obliga el tratado, pero que también reviertan beneficios en la comunidad, no que se lo lleven todo a despachos del otro lado del mundo. Que el empleo que creen sea de calidad, nuestro pueblo lleva muchos años  cualificándose para poder optar a cualquier puesto o responsabilidad que se plantee, mandando a sus hijos a estudiar y a conseguir la cualificación necesaria para que no se escapen los puestos de trabajo que se vayan creando y eso, ahora, hay que compensarlo con sueldos justos a las cualificaciones conseguidas".

 

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