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La Asociación de Corraleros salva a una inmensa raya varada en un sequero

Un corralero avistó al animal que dada sus dimensiones no podía volver a su hábitat y se activó el correspondiente protocolo

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Durante el día de ayer se avistó una gran raya, conocida en nuestra zona como chucho negro o redondel, y cuyo nombre científico es Taenuriops grabatus, quedó varada con la bajamar en la zona del Monumento Natural Los Corrales de Rota, concretamente en el corral En medio. Uno de los corraleros que se encontraba realizando labores de despesque avisó a la Asociación de Corraleros, y rápidamente se activo el protocolo para estos casos, con lo cual varios miembros de la asociación acudieron a la playa para intentar solventar el problema.

El animal medía 2,5 metros de largo (esto es, incluyendo la cola) y 1,90 de diámetro, con lo que se le puede suponer un peso aproximado de 130 a 140 kilos.

Las dificultades ofrecidas por la envergadura de la raya y el hecho de haber quedado dentro de una zona del corral con escasa cantidad de agua (un sequero), se corría un serio peligro de que el animal no pudiese oxigenarse convenientemente durante las horas de bajamar y acabase muriendo.

Ahí entró en juego la fundamental labor de la Asociación de Corraleros de Rota con su presidente a la cabeza y acompañado de Norberto Polo y Diego Pruaño.

En un principio se trató de moverlo usando unas cuerdas y trasladarlo a una zona con mayor cantidad de agua para que pudiese respirar sin problemas hasta la llegada de la pleamar. Pero dado el tamaño y el peso del ejemplar, todos los intentos fueron baldíos. Además, se hubo de tomar precauciones para evitar que se produjesen daños personales al manipularlo, puesto que este animal posee en su cola un enorme aguijón que puede llegar a producir mucho daño a un humano.

La solución pasó por permanecer a su lado añadiendo agua mediante cubos a la poza en la que se encontraba, agua fresca y oxigenada, que le permitiera sobrevivir hasta la llegada de la pleamar, cosa que ocurrió unas tres horas mas tarde. 

La raya quedo libre y nadando dentro del corral y los miembros de la Asociación de Corraleros se marcharon del lugar, aunque posteriormente, ya en la bajamar nocturna, se pudo comprobar que el animal había abandonado el Monumento Natural de forma definitiva.

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