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Jerez

Un Gobierno valiente, cercano y transparente

Quiero ser honesta con todos los que me lean y, por extensión, con todos los jerezanos y jerezanas, y conmigo misma.

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Los que esperen un balance triunfalista que no sigan leyendo estas líneas. No lo van a encontrar aquí. Tampoco un balance argumentado en la herencia recibida, algo de lo que doy por sentado que casi todos los jerezanos están ya debidamente informados. No. No quiero que estas líneas sean como las que se realizan habitualmente. Quiero ser honesta con todos los que me lean y, por extensión, con todos los jerezanos y jerezanas, y conmigo misma. Es algo que, además, pediría que hiciesen también el resto de partidos, que, por lo que se ve, prefieren abrazarse a lo fácil, a la comodidad y el efectismo de la crítica por la crítica, de vender que todo es un desastre y que no se ha hecho nada bien, pensando que así obtendrán una mayor rentabilidad política en plena campaña. Siempre he pensado también que es un error primar el discurso basado en las expectativas. Es lo que el filósofo Jurgen Habermas llamaría la ‘concepción mítica’ de la realidad. El mito no necesita contrastarse con la realidad objetiva; les invito a que lo tengan siempre presente cuando analicen lo que hacen algunos de los actores políticos, dentro y también fuera de Jerez.

Así que vamos a por la realidad. Y ésta es que queda mucho camino por recorrer todavía. Sí. Jerez sigue siendo una ciudad que necesita despegar de una vez. Tiene motivos de sobra para ser optimista y creer que se puede llegar al lugar que sus recursos y su potencialidad merecen. Mientras haya un solo parado; mientras haya calles por arreglar, servicios que mejorar y personas a las que ayudar; mientras el Ayuntamiento siga en quiebra e intervenido… Mientras, en definitiva, haya tantas cosas que mejorar, no podremos sentirnos del todo satisfechos. Siempre habrá unos objetivos por los que seguir luchando. Eso sí, creo que ahora al menos se puede empezar a mirar al futuro con esperanza y optimismo. Y os invito que a lo hagáis. Sobran las razones.

Estamos sentando las bases para sacar al Ayuntamiento de la UCI, para que deje de ser una losa para la ciudad y se convierta en el motor que empuje de ella. No aburriré con cifras ni, como decía al principio, con datos sobre la herencia recibida, pero ha llegado el momento de poner orden, de acabar con los abusos a los que unos pocos (muy pocos, la verdad) estaban acostumbrados, de poner fin a los agravios y de apostar por la justicia y la normalidad. Este Ayuntamiento ya no es el cortijo de nadie. Cuanto antes asumamos todos esto, mejor. Y podéis estar seguros de que en esto encontraréis a una alcaldesa decidida, firme e inmune a la presión y las malas artes de quienes pretenden que nada cambie.
Insisto: lo que proponemos es de justicia. Se trata principalmente de implantar la jornada laboral de 37,5 horas semanales, tal como marca en estos momentos la ley y tal como, de hecho, se aprobó por este mismo Ayuntamiento en 2012 y que no se está cumpliendo; y recortar un   40%   la cuantía  total de la  bolsa de productividades, situándolo  en el importe total de 2014, para que ésta sea repartida de forma más justa a través de un reglamento de productividades que fije unos criterios ajustados y objetivos. Este Gobierno ya tomó medidas para bajar el capítulo 1. El equipo de Gobierno bajó su sueldo con respecto al equipo de gobierno del PP. También suprimimos las productividades “arbitrarias” que cobraban directores y jefes en un millón de euros al anual y la reestructuración administrativa de la RPT también ha supuesto 600.000 euros de bajada. Tomar medidas de este tipo es la única forma de poner fin a los agravios y los ‘abusos’ enquistados desde hace tiempo y que unos pocos consideran ya poco menos que un derecho adquirido.

Se trata, en cualquier caso, de negociar el nuevo cuadro horario que se ajuste a esas 37,5 horas semanales y ese reglamento de productividades. Los sindicatos siguen teniendo una oportunidad magnífica de realizar sus propuestas al respecto en la mesa de negociación, creada precisamente para estos objetivos. Eso sí, para negociar hay que querer, y que nadie, absolutamente nadie, dude de que este gobierno municipal quiere. Es más, está deseando poder sentarse con TODOS para escuchar sus propuestas. Quizá lo fácil hubiese sido lo que hicieron otros: plegarse a la voluntad de unos pocos expertos en hacer ruido para evitar problemas, aunque fuese tan injustamente y a un precio tan elevado. Eso tiene un nombre: comprar la paz social.

Gobernar es difícil. Hay quienes prefieren la comodidad de la oposición y seguir jugando a las apariencias a las complicaciones de la acción. Nosotros no. Nosotros apostamos por asumir el reto de gobernar porque pensábamos que era lo mejor para Jerez. Y ahora, un año después, estamos todavía más seguros de que no nos equivocamos, pese a que en Jerez esas dificultades son aún mayores que en otras ciudades. Más en los tiempos que corren, donde la política es vista como la culpable de buena parte de los males que padecemos y, en consecuencia, el foco está más encima que nunca de nuestra actividad, para lo bueno y para lo malo. Y cuando digo lo malo me refiero, básicamente, a la complejidad en muchas ocasiones de poner en marcha iniciativas, de aprobar proyectos o de, simplemente, superar trámites administrativos que en el pasado eran sencillos y rápidos y ahora se dilatan exasperantemente en el tiempo. La razón, que todo se mira con lupa. Nosotros, los políticos, quienes asumimos la responsabilidad de la gestión y de gobernar, nos andamos con más cuidado a la hora de firmar lo que sea. Y los técnicos, quienes, en definitiva, deben firmar un informe o dar el visto bueno a que una iniciativa pueda ponerse en marcha, tres cuartas partes de lo mismo. Nadie, lógicamente, va a pillarse los dedos. La judicialización de la política, algo de lo que en Jerez tenemos varios ejemplos, ha llevado a esto.

Aun así, pese a todos los inconvenientes, se han podido poner en marcha bastantes iniciativas en Jerez, y muchas de ellas considero que realmente interesantes. Solo enumeraré algunas a modo de ejemplo para no aburrir al lector: la apertura de la oficina de intermediación hipotecaria que ha evitado 35 lanzamientos y que hasta  ha negociado la condonación de préstamos hipotecario;  la apertura de los comedores escolares de verano para niños con familias  en exclusión; la recuperación del 75% de la PIE; el acuerdo de pagos con entidades como el Consorcio de Bomberos, que ha evitado la expulsión del mismo;   se ha desbloqueado el acceso a los planes de empleo y Jerez contará con  más  de 5 millones de euros para la contratación de más de 600 personas y que junto con la Junta de Andalucía,  se pondrán en marcha a partir del próximo otoño. Para dar más oportunidades de empleo se ha dispuesto de un vivero para la creación de  nuevas empresas industriales, o la  disposición de  locales de Emuvijesa para aperturas de nuevos negocios, o la primera lanzadera de empleo.  Hemos puesto en marcha el programa 'contactos con empresas' para ver las necesidades laborales y formativas  de las empresas asentadas en Jerez para que se mejore la empleabilidad de los jerezanos. En un año hay más de 1.500 personas que han encontrado trabajo y tenemos que llegar a fin de año con otros 1.000 más que hayan podido encontrar un trabajo. 

Estamos poniendo los medios municipales para hacer de Jerez un referente turístico y cultural, en lo que va de año Jerez ha aumentado tanto el número de turistas como las pernoctaciones.  En ello también está brillando nuestro Teatro Villamarta, al cual hemos dado una solución de continuidad, después de que el anterior gobierno lo dejara en causa de disolución. Nos hemos encontrado unos colegios abandonados estos cuatro años y estamos atendiendo algunas obras que no podían esperar.  Estamos actuando en muchas barriadas de Jerez, tanto de la zona rural, como en casco urbano. Esas pequeñas actuaciones que nos piden los ciudadanos cuando estamos con ellos en sus barrios:    el acerado levantado, podas, canalizaciones, rebajes, que llevaban años sin realizarse. Tenemos que ir acabando con el deterioro que tenían muchas barriadas. También hemos de destacar en este balance la buena disposición de los trabajadores  y la empresa de Urbaser,  evitando  una huelga que sólo hubiera contribuido a desprestigiar nuestra ciudad. Ha sido un ejemplo de lo que hay que hacer en estos tiempos, diálogo, propuestas para llegar a acuerdos. Podría seguir enumerando actuaciones, pero en pocos días todas estarán disponibles en el Portal de Transparencia del Ayuntamiento, uno de los portales de España, donde se ofrece más información municipal. 

¿Que se podrían haber hecho otras apuestas? Pues claro, pero en eso precisamente consiste la política: en elegir qué y cómo se hace, en priorizar unas cosas sobre otras. Como seguro que habrá alguno que se pregunte si soy capaz de reconocer algo que, más allá de apostar por un tipo de política y priorizar unas actuaciones sobre otras, hayamos podido hacer mejor. Pues sí. Habrá más de una cosa que hayamos podido hacer mejor. La política no es una ciencia exacta y equivocarse forma parte de ella, como de la propia esencia del ser humano. Una hace referencia a las diferencias de criterios que en ocasiones han surgido en el seno del gobierno. Partiendo de la base de que las diferencias de opiniones existen en todos los grupos y el debate de las mismas es de lo más saludable en el ejercicio político, y de que no siempre tenemos que estar de acuerdo en todo porque no salimos de una factoría de militantes, sí es cierto que a veces hay trapos que es mejor lavar en casa. Y siempre sin que nada de ello suponga un demérito para el enorme trabajo que creo que estamos haciendo desde este gobierno, a quien se le podrán criticar algunas decisiones, pero nunca, jamás, su dedicación y las horas de trabajo que está invirtiendo para sacar a esta ciudad y su Ayuntamiento, poco a poco y con muchísimo esfuerzo, de la situación en la que se encuentra.

Como soy una mujer a quien gusta mirar hacia delante, hacia el futuro, más que relamerme en las heridas, aprovecho estas líneas para avanzar algunas líneas de lo que deberá ser nuestras políticas en el próximo año. Para empezar, tal como me comprometí en campaña, el próximo mes de septiembre convocaremos las asambleas ciudadanas, (no debían coincidir con la campaña de las generales). Vamos a revisar el PGOU para adaptarlo a las circunstancias y necesidades actuales, sobre todo mirando a la implantación de nuevas empresas y al desarrollo de la zona rural; seguiremos siendo un Ayuntamiento que se implica en materia de empleo, poder hacer planes de empleo propios y seguir facilitando la consecución de nuevos negocios, el centro de emprendimiento y la revisión de las ordenanzas fiscales deben facilitar también ese camino, así como el trabajo en formación de Ayuntamiento, empresas y universidad. Estamos llevando a cabo las transaccionales para la reincorporación de los trabajadores despedidos con el ERE. Estamos trabajando directamente con la Junta de Andalucía para que la inversión que se haga de los  fondos ITI, se traduzca en nuevas oportunidades para Jerez. Esta semana empezamos a concretar muchas de esas apuestas que tenemos que aprovechar para nuestra ciudad y que tienen que aprovechar las empresas asentadas en Jerez o que quieran venir a invertir.  Así estamos convencidos de que  el próximo año será un año prolijo en iniciativas que, una vez que las circunstancias lo permiten, marcarán de verdad las políticas de este gobierno.

Pero más allá de evaluar o no la acción del gobierno municipal, me gustaría que todos sí nos quedemos con todo lo bueno que tiene esta ciudad.  Sintámonos orgullosos de ella. Jerez tiene argumentos de sobra para sacar pecho. Solo así, si nos lo creemos, si somos capaces de ver la infinidad de razones que tenemos para presumir, en lugar de primar lo negativo, podremos alcanzar la meta. Remando todos juntos será más fácil. Solo hace falta que nos reenamoremos de Jerez. Pero de verdad.

 

*Mamen Sánchez es la alcaldesa de Jerez

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