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El amor cofrade no hay quien lo robe

La Sentencia, Estudiantes, La Lanzada y Pasión llenaron de esplendor cofrade la tercera jornada de pasión onubense

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  • Jesús de la Sentencia -

 Martes Santo casi veraniego en las calles de la capital onubense, cuyos ciudadanos disfrutaron de otra jornada espléndida de procesiones especialmente marcada por la Hermandad de Estudiantes y su capacidad de sobreponerse al robo de enseres de la Virgen del Valle sufrido la pasada semana y que no pudo con el patrimonio humano de un colectivo que se echó a la calle para disfrutar de una bella estación de penitencia.

La Sentencia
La hermandad de Pérez Cubillas inauguró la jornada del Martes Santo. A las 15.15 horas la Parroquia San Francisco de Asís abrió sus puertas para que comenzara la procesión del Cristo de la Sentencia ante la mirada de un barrio entregado y que soportó con gusto el soberano calor. Acompañado por la Agrupación Musical Cristo del Amor, la Sentencia hizo su estación de penitencia que se prolongó hasta pasadas las 01.30 horas, cuando Pérez Cubillas despidió a su Cristo y ya ha iniciado la cuenta atrás para su salida de 2016.  

La Lanzada
El barrio de Las Colonias, tras arropar a la titular de La Lanzada el pasado Viernes de Dolores, se reencontró este Martes con su hermandad y cumplió con creces a pesar del sol abrasador.

A las 17.35 horas salían la Cruz de Guía y los nazarenos de la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores para dirigirse a la casa de hermandad, en la calle contigua, desde donde salen los pasos. Diez minutos después, el paso de misterio, Santísimo Cristo de la Sagrada Lanzada, María Santísima del Patrocinio y San Juan Evangelista, se echaba a la calle. “Vámonos, que llevamos todo el año esperando”, y así los costaleros avanzaron hacia la avenida Cristóbal Colón.

A las 18.00 horas, la primera ‘levantá’ de Nuestra Señora de Los Dolores en el interior de la casa hermandad. El paso de palio, con exornos florales de rosas blancas y cera rizada, dio una amplia chicotá y ocho minutos después de la primera ‘levantá’ ya pisaba de nuevo su barrio de Las Colonias, donde regresaría a las 1.40 horas.


La hermandad ha estrenado este año las potencias para el Señor de la Lanzada en plata sobredorada, de Joaquín Osorio, y la saya para la Virgen de los Dolores, elaborada con bordados antiguos por Taller de Bordados Salteras.

Estudiantes
El Cristo de la Sangre y la Virgen del Valle volvieron a dejar en las calles onubenses el sello sobrio y de recogimiento de la Hermandad de Estudiantes, una entidad que ha sabido sobreponerse al robo sufrido la semana pasada, y ante la mirada de cientos de fieles a las puertas de San  Sebastián, la Virgen del Valle salió a la calle con un rosario regalado por el obispo de Huelva, José Vilaplana, y bendecido por el Papa, además de joyas cedidas por un joyero anónimo. Un símbolo de la solidaridad que también define a esta fiesta y de la Estudiantes participó con un recorrido perfecto hasta su recogida a la 01.30 horas.
  
Pasión
La última salida del Martes Santo congregó a una multitud en el entorno de San Pedro, el Señor de Pasión aguardaba en su templo para cumplir un año más con su estación de penitencia.

La anécdota del Martes Santo la puso esta hermandad, con un desencuentro horario entre el Consejo de Hermandades y Pasión. Según el horario oficial, la salida del templo era a las 19.30 horas, pero no fue hasta quince minutos después cuando se abrieron las puertas. Y ello a pesar de que el presidente del Consejo, Antonio González, es el capataz de Nuestro Padre Jesús de la Pasión, que bajo su dirección, hizo una salida espectacular del pórtico de San Pedro, sobre un monte de claveles rojos y su característico andar, meciendo la túnica bordada.

Rozando las 20.00 horas atravesó el dintel, tras una ‘levantá’ dedicada a los costaleros y acompañado por la Banda de Cornetas y Tambores Nuestro Padre Jesús de los Remedios de Castilleja de la Cuesta (Sevilla). Y pocos metros después, el Señor de Pasión cumplió con la tradición, con la cita ineludible de la saeta aún en el pórtico de San Pedro.

Mientras, en el interior del templo aguardaba María Santísima del Refugio. “Vamos a llevar a la Señora al dintel, a la puerta de la gloria”, y a las 20.29 horas una chicotá para asomarse a las puertas de la Mayor de San Pedro.

A las 20.33 horas, el paso de palio ya estaba en la calle, bajo los sones de la Marcha Real, interpretada por la Banda Sinfónica del Liceo de la Música de Moguer, y ante la atenta mirada de un paseo de Santa Fe abarrotada.

La hermandad regresaría al templo sobre las 1.45 horas, poniendo punto y final a un Martes Santo esplendoroso.
 

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