Las autopsias practicadas a los cadáveres del anciano de Ronda y de la cuidadora de su esposa no han evidenciado a priori otros datos diferentes a los ya conocidos a través de la investigación policial: que el hombre disparó a la joven y que, posteriormente, se habría quitado la vida. No obstante, aún continúan las pesquisas para determinar las causas que llevaron a este taxista jubilado a actuar de este modo.
No obstante, se está a la espera de los resultados de unos análisis toxicológicos y criminalísticos de las manos de Antonio T.M., de 76 años, para determinar que, efectivamente, los disparos fueron realizados por él con una escopeta de caza, según han indicado a Europa Press fuentes de la investigación.
Las necropsias han confirmado que el anciano presentaba una herida por arma de fuego en el tórax y la joven cuidadora dos, una en la espalda y otra en un costado.
La Policía Nacional se ha hecho cargo de la correspondiente investigación para esclarecer lo ocurrido el pasado lunes en el interior del inmueble, en el que también se encontraba la mujer del fallecido, que no resultó herida, aunque tuvo que ser trasladada al Hospital Comarcal de Ronda tras sufrir un ataque de ansiedad.
La mujer se encuentra en buen estado, teniendo en cuenta su avanzada edad y que sufre alzhéimer avanzado. Así, según han informado a Europa Press fuentes sanitarias, está en planta del citado centro hospitalario.