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“Nadie ha visto o tocado el arte y definirlo es una temeridad”

Entrevistamos al conocido artista Vicente Bolós, que acaba de cerrar la anual exposición con los trabajos de los alumnos de su Escuela de Arte

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La pasada semana muchos rondeños pudieron disfrutar en Centro Imagen de una exposición de los trabajos realizados por aquellos que se forman en la adulta escuela de la Asocicación por el Arte en Ronda, la escuela del conocido Vicente Bolós. Aprovechando esta muestra, donde sus alumnos “deben darse cuenta de los efectos que producen las mezclas de color fuera del lugar donde se pinta un cuadro, junto a otros cuadros que además son vistos por el público”, en una actividad más de aprendizaje, RONDA SEMANAL quiso hablar con el conocido artista. Ante los cuadros, advertía que las obras que se exponen “son creaciones que no tienen que ver con muchas de las obras de nuestro curso”, explicando que son más realistas para intentar llegar mejor al gran público. Y es que Vicente Bolós tiene claro que “no es lo mismo copiar que crear. Copiando no somos capaces de crear, porque la creación sale de dentro”. Esa esa es la filosofía que intenta hacer comprender a sus versados alumnos, muchos de ellos veteranos en su escuela.
¿Qué es el arte?
—El arte ES. Todo lo que sea preposicionarlo o adjetivarlo es condicionarlo. El arte no es para esto o para aquello; no tiene intenciones. Simplemente ES. Nadie lo ha podido ver, ni tocar, así que atreverse a decir cómo es, si es bueno o malo, es una temeridad.


¿Es intrínseco a las personas?
—Todo artista parte de un error grande, y es que desde que cualquier niño empieza a hacer sus primeros dibujos, los mayores pretenden enseñarle a hacer esa cosa que hacen hoy día las máquinas de fotografiar. En vez de dejar que el niño cree, con sus garabatos, se le pide que copien, y así se deforman. Raramente alguien pintará un perro que no tenga cuatro patas; nunca pintará un niño  perrito a su gusto, por mucho que según la sociedad lo que pinte no sea un perrito. Quin pinta a su gusto es quien crea.
¿Se puede entonces enseñar el arte?
—No. Es imposible. Si no sabemos cómo es, cómo lo enseñamos.
¿En qué consisten entonces sus clases?
—Los alumnos reclaman tener las ideas claras entre lo que ocurre en clase y lo que ocurre fuera, en la calle. Fuera hay, por ejemplo, talleres de pintura, pero no sentimientos. El sentimiento es que algo te guste o no; que estés satisfecho o no; que disfrutes o no. El sentimiento es sensación, y es lo que mueve al artista, lo que hace traducir para los demás algo, aunque no sea comprensible. Eso enseñamos. Porque el color, científicamente, influye en el ser humano. Así que simplemente debemos jugar con él

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