Los pocos comercios tradicionales que sobreviven en Jaén lo han conseguido gracias a la especialización y a subirse al carro de la venta por internet; es el caso de La Mercería La Verdadera, uno de los negocios en activo más antiguos de la ciudad, situada en un lugar envidiable, en la Plaza San Francisco, junto a la Catedral.
El comercio tradicional en la ciudad de Jaén ha vivido tres coyunturas negativas para su casi desaparición. La primera de ellas, coincidiendo con el estallido de la burbuja inmobiliaria fue la crisis del 2009, que afectó mundialmente y a nivel local provocó una contracción muy importante de las economías domésticas.
La segunda crisis llegaría once años después con la pandemia de la Covid. El cierre de establecimientos a una hora determinada hizo que el consumo y el mantenimiento de estos comercios no dieran suficientes ingresos para pagar alquiler e impuestos.
La imposibilidad de pagar autónomos, la electricidad, la iluminación y el resto de los gastos que suponen levantar cada día la persiana del establecimiento provocaron el cierre en cascada de los comercios tradicionales.
La última crisis ha sido el desmantelamiento paulatino de los establecimientos debido a la desaparición de las zonas comerciales que existían en las grandes vías urbanas donde se concentraban la mayoría.
La apertura del gran Centro Comercial Jaén Plaza, junto con la excesiva carga impositiva que pesaba en los pequeños comercios, hizo insoportable el mantenimiento de las tiendas de proximidad.
El sector servicios sustituye al comercio tradicional
A partir de ahí, los espacios, abandonados por el comercio tradicional, han sido ocupados por el sector servicios, -especialmente los vinculados a la hostelería, al ocio y tiempo libre, como hamburgueserías, kebabs, comida rápida, bares y pubs- y por las franquicias- relacionadas con las tecnologías, como tiendas de carcasas, móviles o reparación de ordenadores- que se han ido ubicando en lugares estratégicos con gran tránsito de personas.
El siguiente paso del declive de la economía en el centro de Jaén y que ha dado lugar a una imagen desoladora de locales con el cartel de ‘se vende’ o ‘se traspasa’ es que esas mismas franquicias se han trasladado al Centro Comercial Jaén Plaza, concentrándose todas en el gran establecimiento a las afueras de Jaén.
A pesar de ello, perviven establecimientos tradicionales gracias a la especialización convirtiéndose en los únicos que ofrecen un determinado servicio o producto de carácter artesanal.
Especializarse para sobrevivir
Es el caso de tiendas marcadamente especializadas, como Mercería ‘La Verdadera’, abierta desde 1934 por Juan y Emilia, abuelos de la generación que actualmente dirige y trabaja en el negocio, donde ofrecen un completísimo catálogo de lanas, hilos, bordados, botones, encajes, cintas, mantillas, etcétera, aunque sus artículos estrella son los de Semana Santa, para vestir con las mejores galas a nazarenos y “pasos” de Jaén.
“El cliente puede encontrar aquí lo que no encuentra en ningún sitio, somos referente por el amplio surtido y por adaptarnos a la venta online que nos ha abierto la puerta al mundo entero” comenta a EFE Blanca Villajos López, que regenta el negocio junto con su hermana, Inma, ambas nietas de los fundadores.
La Mercería La Verdadera es uno de los negocios en activo más antiguos de Jaén, situada en un lugar envidiable en el centro de Jaén, en la Plaza San Francisco, junto a la Catedral. Conserva las características de los negocios familiares y tradicionales. El cuidado en la atención del cliente, la cercanía y su profesionalidad hacen que La Verdadera siga siendo la mercería de referencia de los jiennenses después de casi 80 años.
“Los cambios los hemos hecho siempre en la misma zona para mantener a la clientela” insiste Blanca, quien considera que “la implantación de las franquicias hace que se pierda el comercio tradicional de toda la vida y, con ello, la atención personalizada al cliente, la cercanía y el cariño”.
Para Blanca el negocio requiere “de un trabajo muy artesano” que se ha ido mejorando con el paso de los años y “un orden muy estructurado que te permita manejar y mejorar el stock que tenemos, en el que hemos hecho una gran inversión”.
En este sentido, afirma que no les ha afectado la llegada del Centro Comercial Jaén Plaza: “no es nuestra competencia, lo que sí nos ha influido ha sido la desaparición del resto de comercios tradicionales porque no hay tanto paso de gente, da mucha tristeza ver los locales cerrados en Jaén, es una pena”.
Además, añade que la peatonalización ha convertido el centro de Jaén en zona hostil a la actividad del comercio de proximidad por la falta de accesibilidad a través de vehículos.
Tras ocho décadas ofreciendo el mejor servicio a los jiennenses, para las actuales responsables de “La Verdadera” su objetivo se centra en seguir mejorando y atendiendo las necesidades de sus clientes, sobre todo en época de Semana Santa.
“La esencia, los valores y la atención personalizada, algo que intentamos mantener ahora con la llegada de las redes sociales; es lo que consiguió mi abuelo y seguimos manteniendo nosotras hoy en día”, concluye esta joven empresaria.