La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Granad ha condenado a un año y seis meses de prisión a un policía local de La Zubia (Granada) por disparar hasta en cuatro ocasiones contra un vecino con el que discutió por el volumen de la música.
El tribunal le atribuye un delito de homicidio en grado de tentativa, con la eximente incompleta de legítima defensa y la atenuante de reparación del daño, y condena además a su vecino por una falta de amenazas a una multa de 60 euros, absolviendo a la pareja de éste, que inicialmente también estaba acusada de amenazas.
En la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, los magistrados consideran probado que en la madrugada del 20 de junio de 2009, sobre las 1,30 horas, al escuchar el procesado José F.V.M., de 39 años, música y ruidos en la vivienda de sus dos vecinos, Nicolás C.R., de 48, y su compañera sentimental Consuelo D.J.A.U., de 53, procedió a recriminarles su comportamiento dando fuertes golpes en la pared, logrando que aminoraran.
Al hallarse ante la misma situación "una y otra vez", José decidió acudir al puesto de la Policía Local de la Zubia --que era donde él mismo trabajaba-- para asesorarse de las acciones que podía emprender. Antes de salir a la calle, cogió una pistola semiautomática, completamente cargada, con siete balas, para la que tenía licencia.
Nada más salir, se encontró en el rellano común de la escalera exterior con su vecina Consuelo, a la que, "de forma inmediata", comenzó a recriminarle los ruidos y molestias que le ocasionaban. Al oír la discusión, apareció en escena su pareja, Nicolás, que continuó la polémica con su vecino José.
Tras sacar la navaja que portaba, Nicolás comenzó a blandirla levantada hacia José, al tiempo que le advertía de que "iba a atravesarle el corazón". Éste, sin darle la espalda, anduvo marcha atrás a lo largo de una calle perpendicular al domicilio de los implicados durante cuarenta metros. Durante ese trayecto, Jesé le conminaba a que depusiera su actitud, advirtiéndole de que tenía una pistola, la que llegó a extraer de su ropa y exhibirla.
Pero el vecino continuó acosándolo, y cuando dejó a José "encajado" entre unos vehículos estacionados en la calle, éste sacó su arma y efectuó dos disparos hacia el suelo, para a continuación dirigir cuatro más hacia el cuerpo de Nicolás, a una distancia mínima de un metro.
Al verse herido y sangrando, Nicolás se enderezó y comenzó a desandar el trecho hasta la esquina enfrente de su casa, donde cayó sentado semiinconsciente por la pérdida de sangre, no sin antes arrojar su navaja bajo un coche.
Viendo la situación generada, José llamó a la Policía Local avisando de que había disparado a una persona, que precisaba asistencia médica. Nicolás sufrió, entre otras lesiones, perforación de duodeno, laceración pancreática, perforación de vena cava y contusión pulmonar, que supusieron un peligro vital para él.
El policía local consignó un total de 23.889 euros para satisfacer la indemnización solicitada por su víctima, según consta en el fallo, contra el que cabe recurso de casación.