La editorial Cátedra acaba de dar a la luz una nueva colección, Biografías. Su intención es la de “aproximar la vida de las grandes figuras de la literatura que han enriquecido por su legado y costumbre nuestra realidad e imaginario colectivo”. Lope de Vega, Dante Alighieri, Sor Juana Inés de la Cruz y Henry David Thoreau son los cuatro primeros volúmenes que permitirán a los lectores desentrañar la esencia de tantos y excelsos protagonistas de nuestra historia universal. Añaden los responsables de este sugerente viaje en el tiempo, que desean aunar el rigor académico y la narración literaria,además de ser un punto de encuentro tanto para estudiosos como para el gran público.
Tras la lectura de “Lope. El verso y la vida”, quien esto escribe puede afirmar que todas las premisas citadas se cumplen en esta espléndida biografía. Su autor, Antonio Sánchez Jiménez (Toledo, 1974), catedrático en la Universidad de Neuchâtel, ha pergeñado un libro atractivo y sabiamente documentado. En su prefacio, propone el autor un “formato biográfico, es decir, la narración de una vida y descripción de un carácter, explicando sus constantes, evolución y elementos determinados (…) Este trabajo pretende servir para comprender la obra de Lope: no es una lectura biográfica de sus libros, pero sí una introducción a los mismos ordenada biográficamente”.
Cabe destacar cómo el propio Sánchez Jiménez incide en la importancia de haber incorporado y ordenado los datos que han ido surgiendo sobre Lope de Vega desde 1968. Las valiosas aportaciones de Felipe Pedraza Jiménez, Abraham Madroñal, Alejandro García Reidy, Luigi Giulani, entre otros, modernizan los criterios y actualizan los multiplicidad vital y literaria de nuestro Fénix.
Dividido en ocho apartados, “Familia, infancia, estudios (1562 – 1584/85)”, “Fama, primeros amores y proceso por libelos (1583/84 – 1588)”, “Destierro (1588 – 1596)”, “Autor (1596 – 1604)”, “Madurez y cumbre de la fama (1604 – 1612)”, “Ordenación, polémica y nuevos amores (1613 – 1620)”, “Lope último: alegrías y reveses (1621 -1635)” y “El carácter y el mito”, el conjunto viene unificado por una voluntad integradora en el mapa creativo y existencial de Lope de Vega.
Sabida es su torrencial producción y su facilidad en el ámbito de la poesía y del teatro. Pero quizá es más desconocida su rígida disciplina, su rigor imaginativo, su continuo afán de superación. No fue Lope un simple escritor tocado por los dioses, por una innata capacidad que le permitieradescuidar su ingenio: “El Fénix -aclara Sánchez Jiménez- era un hombre dado a la introspección interior, a los paseos en solitario, a la lucha mental contra sus demonios secretos”.
Su procedimiento y su disposición a la hora de enfrentarse a la página en blanco, lo dejó reflejado en un fragmento de “La Dorotea”: “¿Cómo compones? Leyendo,/ y lo que leo, imitando;/ y lo que imito, escribiendo;/ y lo que escribo, borrando;/ de lo borrado, escogiendo”. Un nivel de exigencia, al cabo, que sostuvo a lo largo de sus más de cinco décadas de fértil quehacer.
Este otoño se cumplen 456 años del nacimiento de uno de los más grandes escritores de las letras universales. Algunos creen que fue un 25 de noviembre, aunque las últimas investigaciones apuntan al 3 de diciembre de 1562. Tanto tiempo después, y siempre, es una excelente oportunidad poder acercarse al quehacer y al acontecer de este maestro. Y qué mejor, que hacerlo ahora, recorriendo estas bellas páginas donde brillan su verso y su vida.