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Violaciones de la tregua siria hacen peligrar el acuerdo

Un activista de la región, identificado como Ali Diab, dijo que las fuerzas del régimen lanzaron barriles explosivos sobre Basima y Ain al Fiya

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  • Bombardeo en Alepo -

La continuidad del alto el fuego en Siria peligra después de que grupos rebeldes hayan "congelado" su participación en las negociaciones de Astaná, como respuesta a las "violaciones" de la tregua, en concreto los ataques del régimen en la zona estratégica de Uadi Barada, en las afueras de Damasco.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó hoy de que los aviones de guerra del Gobierno siguieron bombardeando Uadi Barada, al noroeste de la capital siria, mientras continúan los enfrentamientos entre el ejército y las facciones rebeldes opositoras en esta área.

Asimismo, helicópteros militares lanzaron barriles de explosivos -armamento destructivo y poco preciso- sobre la población de Basima, objetivo de los ataques gubernamentales en los pasados días, y la localidad de Ain al Fiya, donde se encuentran los manantiales que abastecen Damasco de agua.

Un activista de la región, identificado como Ali Diab, dijo a Efe que las fuerzas del régimen lanzaron barriles explosivos sobre Basima y Ain al Fiya, mientras que los rebeldes repelieron un ataque terrestre de las tropas.

Añadió que hay decenas de civiles heridos de gravedad por los bombardeos, cuyas vidas corren peligro porque no hay centros médicos ni suministros para que reciban tratamiento en la zona, cercada por el ejército y milicias progubernamentales.

Diab señaló que algunos civiles intentaron salir del área sitiada pero recibieron disparos.

Por su parte, el Observatorio explicó que el régimen del presidente Bachar al Asad intenta ganar terreno en Uadi Barada, actualmente controlado por los insurgentes, los cuales han acusado al Gobierno de intentar cambiar el "statu quo" existente antes del acuerdo de alto el fuego alcanzado la semana pasada.

El Ejército Libre Sirio (ELS) anunció anoche que "congela" su participación en las conversaciones de paz, previstas para finales de mes en la capital de Kazajistán, por las "graves violaciones" cometidas por el régimen y sus milicias en Uadi Barada y Guta Oriental (afueras de Damasco) y en las provincias de Hama (centro) y Deraa (sur).

En un comunicado, el conjunto de facciones armadas declaró que "cualquier cambio sobre el terreno anula el acuerdo" de alto el fuego y pidió a Rusia que obligue al ejército sirio y a las milicias iraníes a que lo cumplan, como "parte garante" del mismo.

El pacto fue alcanzado con la mediación de los Gobiernos ruso y turco, el primero en representación del régimen sirio y el segundo de los rebeldes, por los que ambas partes se comprometieron a supervisar y hacer cumplir la tregua.

El cese de hostilidades se está aplicando en todo el país y a todos los grupos armados rebeldes, excepto los considerados terroristas por Damasco y Moscú, como el yihadista Estado Islámico.

Por su parte, la Coalición Nacional Siria (CNFROS), principal formación política de la oposición siria, informó hoy en un comunicado de que registró 42 violaciones del alto el fuego en el día de ayer, durante las cuales doce civiles perdieron la vida, incluidos un niño y una mujer.

En la nota, la CNFROS destacó que continúan los bombardeos sobre las poblaciones de Uadi Barada y otras zonas de los alrededores de Damasco, además de los disparos de artillería contra pueblos ubicados al sur de la ciudad de Alepo (norte).

Hoy, uno grupo de ONG de la región de Uadi Barada solicitó a la ONU y a todos los países influyentes de la comunidad internacional que presionen para que se detengan los ataques en la zona y se proteja el manantial de Ain al Fiya, "que abastece de agua potable a cinco millones de personas".

Asimismo, exigieron en un comunicado que las fuerzas gubernamentales levanten "el bloqueo" que mantienen sobre esta zona controlada por la oposición y que permitan "la entrada de alimentos, medicamentos y material de construcción".

La violencia se ha concentrado en Uadi Barada debido a su importancia estratégica, no sólo porque es la principal fuente de agua para Damasco, sino porque por allí pasa la carretera que une la capital con la frontera libanesa, conexión con el exterior y vía de suministros del ejército y su aliado, el grupo chií libanés Hizbulá.

Desde que comenzó la tregua, han muerto ocho civiles, entre ellos dos niños, por disparos y bombardeos de las fuerzas gubernamentales en la periferia de Damasco, Alepo y Homs (centro), según el Observatorio.

Hasta el momento, la cifra de víctimas mortales supera el número de fallecidos durante los primeros días de anteriores ceses de la violencia en Siria, en los meses de febrero y septiembre de 2016.

Asimismo, el Observatorio anunció hoy de que 2.994 civiles fallecieron y 22.000 resultaron heridos en Siria durante el año pasado solo en ataques de helicópteros y aviones militares del ejército nacional.

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