Venezuela inició hoy un conjunto de ejercicios militares ordenados por el presidente Nicolás Maduro para prepararse frente a un supuesto golpe de Estado o una intervención de "ejércitos extranjeros", afirmó el mandatario.
Maduro ha manifestado en diversas ocasiones ser víctima de una "guerra no convencional" que ejecutan, a su juicio, "la derecha nacional e internacional" con la intención de mermar su popularidad y conseguir su salida del poder antes de lo previsto en 2019.
Mientras tanto, la alianza Mesa de la Unidad Democrática (MUD) insiste en su intención de activar el referendo revocatorio, uno de los mecanismos constitucionales por los que se decantaron para lograr el cambio de gobierno que, señalan, pidió la población al votar en las pasadas elecciones legislativas por la oposición.
La MUD aseguró hoy que el Consejo Nacional Electoral (CNE) del país caribeño está buscando excusas para invalidar las casi dos millones de firmas consignadas por los opositores el pasado 2 de mayo para solicitar el revocatorio.
El órgano electoral anunció ayer que el proceso de análisis de las rúbricas consistiría en cinco fases de validación, luego otra de auditoría y, tras esto, la verificación en puntos automatizados por cada elector.
"Ahora lo que están es buscando artilugios, con unas observaciones por parte de una dactiloscopia a ver si una firma colocada en una planilla (formato) se corresponde con las huellas reales", dijo en una entrevista con la emisora local Éxitos el opositor Vicente Bello, portavoz de la plataforma de partidos opositores.
Según Bello, las fases no son "legalmente necesarias" pues "lo que procede es convocar a los ciudadanos y que ellos cada uno personalmente ratifiquen su huella" y la coloquen "en una captahuella para que sea verificada".
El opositor sostiene que lo que intentan las autoridades del Poder Electoral es "ver si a Maduro le ocurre un milagro y anulan las firmas".
Por su parte, el opositor Juan Carlos Caldera, representante de la MUD, ante el CNE para el trámite de solicitud del revocatorio, ha asegurado que estas fases de validación ponen en riesgo unas 800.000 firmas que podrían ser anuladas.
El proceso planteado por el organismo electoral verifica varios campos que incluyen huellas digitales, firmas, datos del elector, entre otros, que, según ha dicho el CNE, serán revisados por técnicos en grafología y dactiloscópicos.
Los opositores admiten desde ya que muchas de esas firmas podrían no cumplir los estándares de los técnicos y tener errores porque fueron recogidas en las calles.
Sin embargo, representantes de la denominada "revolución bolivariana" han insistido en que se ha cometido fraude al incurrir en acciones más complejas, como incluir datos de personas fallecidas o emplear la misma huella con los datos de más de un ciudadano.
Asimismo, los afectos al Gobierno de Maduro han señalado que los opositores han convocado al revocatorio para ilusionar a sus bases y provocar, con esa excusa, un revuelco social.
Aseguran también que sus opositores saben que "los tiempos no dan" para que el revocatorio se celebre este año, como precisa la MUD.
La legislación de la nación petrolera establece que cualquier funcionario designado mediante elección popular puede ser revocado tras cumplir la mitad de su gestión, ecuador que Maduro superó en abril, pero si el jefe de Estado cumpliera las dos terceras partes de su mandato, al ser revocado el vicepresidente asumiría su lugar.
De ahí la urgencia de la oposición en que el revocatorio tenga lugar este mismo año y su exigencia de celeridad en todos los trámites.
Tras un "cacerolazo" (una manifestación típica de la oposición venezolana) durante la noche de este jueves, el dos veces candidato presidencial opositor y actual gobernador del céntrico estado Miranda, Henrique Capriles, advirtió a Maduro a través de su cuenta Twitter: "No vengas después con llanto de que te quieren derrocar, el pueblo te quiere revocar".
Aún así, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), "junto al pueblo", inició hoy un conjunto de ejercicios militares "únicos en su naturaleza" y "sin precedentes", según indicó el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, encaminados a prepararse para "cualquier escenario".
El anuncio de los ejercicios fue hecho por Maduro un día después de su decisión de decretar un estado de excepción y emergencia económica que le daría "el poder suficiente" para, entre otros asuntos, hacer frente a un supuesto golpe de Estado en su contra y supuestos planes de una intervención de "ejércitos extranjeros".
Esta es la segunda vez que la Fuerza Armada venezolana hace unos ejercicios militares desde que Maduro asumió el Gobierno en 2013.
Uno similar ya tuvo lugar hace un año después de que el Gobierno de EE.UU. emitiera una orden ejecutiva que declaraba a Venezuela como una "amenaza inusual y extraordinaria" para la seguridad estadounidense.