La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) ha pedido este jueves el cese de los enfrentamientos que comenzaron el pasado fin de semana en Ain al Hilweh, el mayor campo de refugiados palestino de Líbano, y que de momento se ha saldado con 13 muertos y 60 heridos.
"No hemos sido capaces de entrar en el campo y entregar la tan necesitada ayuda. La UNRWA pide un inmediato cese de hostilidades en el campo para que los civiles tengan un respiro y para que la agencia pueda brindar asistencia y realizar evaluaciones de necesidades", ha declarado la directora de la organización en Líbano, Dorothee Klaus, según un comunicado.
La directora ha pedido la protección de las instalaciones de la UNRWA durante los combates entre las diferentes facciones palestinas, especialmente después de que al menos dos colegios hayan sido dañados. La agencia da educación a unos 3.200 niños durante el año académico.
Además, Klaus ha informado de que en el campo viven 360 trabajadores de la organización, de los que muchos han huido, otros siguen atrapados, algunos continúan trabajando y uno ha sido herido.
Entre los trabajos se incluyen el hospedamiento de 600 personas desplazadas en dos escuelas de otros campos, así como proveer combustible a los hospitales que operan dentro de Ain al Hilweh.
Por su parte, la ONU ha expresado su preocupación por la violencia desatada en el campo, y ha pedido a todas las partes a volver a la calma y a tomar las medidas necesarias para proteger a los civiles.
"Estamos muy preocupados por la continua violencia en el campamento de refugiados palestinos de Ain al Hilweh en el sur del Líbano que hasta ahora se ha cobrado 13 vidas. Hacemos un llamamiento a todas las partes para que vuelvan inmediatamente a la calma y tomen todas las medidas necesarias para proteger a los civiles, en particular a los niños", ha declarado el portavoz del secretario general de la ONU, Farhan Haq, durante una rueda de prensa.
El portavoz también ha informado de que la coordinadora especial de Naciones Unidas para Líbano, Joanna Wronecka, se encuentra en contacto con "interlocutores clave" e incentivando a las partes a contenerse y a proteger a la población.
Este campo, construido en 1948, es uno de los doce que opera la UNRWA dentro de Líbano para asistir a unos 50.000 refugiados palestinos, y se encuentra junto a Saida, la tercera ciudad más grande del país, que fue cerrada por el lanzamiento de bombas y artillería.
El campamento, que se encuentra a las afueras de la ciudad de Sidón, en el sur del país, es prácticamente una ciudad sin ley y es conocido por los enfrentamientos entre facciones palestinas que operan en el lugar, donde viven 54.000 refugiados palestinos.
Los ocasionales combates entre facciones palestinas e islamistas enfurecen todavía más a una población libanesa que está marginando cada vez más a los casi 500.000 palestinos refugiados en el país, escenario de una gravísima crisis económica.
Ain al Hilweh es prácticamente una ciudad sin ley donde el Ejército libanés se abstiene de intervenir y prefiere dejar las cuestiones de seguridad en manos de las milicias palestinas.
