A la marcha asistieron los padres de Sandra Palo, asesinada en mayo de 2003 en Madrid a manos de cuatro menores que la violaron, atropellaron y quemaron viva, y el padre y otros familiares de Salvador Cortés, el menor asesinado en Fuengirola (Málaga) por otro el pasado 22 de febrero, así como el alcalde del municipio, Manuel Fuentes (IU), que ha permanecido en un segundo plano.
La manifestación se caracterizó por el apoyo que se demostraron entre sí los padres de los menores asesinados, así como por la escasa participación de vecinos, que incluso motivó que los familiares hayan proferido proclamas a través de un megáfono en las que se preguntaban “¿dónde están los vecinos de Seseña?” u otras en las que reivindicaban que saliera a la calle “todo Seseña”.
Una hora después de que se iniciara la manifestación, los participantes llegaron a la plaza del Ayuntamiento, donde el padre de Cristina, Francisco Martín, leyó con gran emoción y voz entrecortada un manifiesto.
En él reivindicó el endurecimiento de la Ley del Menor, así como el cumplimiento íntegro de las penas, para que “por encima de la edad, se tenga en cuenta la gravedad del delito”, algo que según ha reconocido “es difícil”, ya que “no tendremos la oportunidad de que se haga justicia”.
Asimismo, mantuvo que su hija fue “asesinada por el odio” y dijo sentirse “impotente” viendo como la Ley del Menor “protege al verdugo hasta la impunidad, mientras condena a las víctimas al castigo del abandono y del olvido”.
También tuvo un especial recuerdo para Maores, Salvador Cortés, Sandra Palo, Marta del Castillo, Mari Luz Cortés y a esos otros que “se han dejado la vida en el camino”, e hizo hincapié en los padres de Clara García Casado, por haber sido ellos “los primeros” que vieron como las asesinas de su hija quedaron en libertad 5 años después de los hechos.