Es una de las principales conclusiones a las que llega Europol en su informe sobre la actividad terrorista en la Unión Europea durante 2009 y que señala que los Veintisiete “continúan expuestos a una seria amenaza terrorista” de carácter general.
Según el estudio, las operaciones antiterroristas llevadas a cabo en Francia, con un total de 14 escondites de explosivos descubiertos, muestran que ETA ha variado su modus operandi y prefiere esconder diseminando su material para atentados en muchos puntos de una zona boscosa elegida en vez de en un solo zulo.
El motivo de este cambio de estrategia sería, precisamente, el impacto de las operaciones policiales, que habrían representando un “duro golpe” para el aparato logístico y militar de ETA.
Durante 2009, casi una tonelada de material para fabricar bombas fue interceptado por la Policía, incluidos detonadores, explosivos caseros y percutores.
El informe concluye asimismo que sigue la tendencia de ETA de no utilizar explosivos comerciales sino artefactos caseros, un modus operandi que comenzó en 2007.
La agencia europea también destaca que la principal fuente de ingresos de ETA “sigue siendo la extorsión”, con el impuesto revolucionario y las cartas enviadas a los empresarios vascos y navarros.
“Para intensificar la amenaza, las cartas fueron enviadas en algunos casos a los familiares y amigos” de los empresarios, destaca Europol.
En el conjunto de la UE, el terrorismo separatista se atribuyó 237 ataques en 2009 (frente a los 397 de 2008).