Más de 29 países han notificado casos o brotes de cólera durante el año 2022, según ha advertido este viernes la Organización Mundial de la Salud (OMS).
A través de un comunicado, el organismo sanitario internacional de Naciones Unidas ha alertado del "aumento" de los casos de cólera y de su distribución geográfica a nivel mundial desde 2021.
Ese año, 23 países notificaron brotes de cólera, principalmente en las regiones de la OMS de África y el Mediterráneo Oriental. Esta tendencia ha continuado en 2022.
De hecho, según datos de la OMS a 30 de noviembre, 16 de los más de 29 países en 2022 han notificado brotes prolongados. "Muchos de esos países notificaron un número de casos y una tasa de letalidad más elevados que en años anteriores", lamenta la OMS.
La tasa media de letalidad por cólera notificada en todo el mundo en 2021 fue del 1,9 por ciento (2,9% en África), muy por encima de lo que se considera aceptable (<1%) y la más alta registrada en más de una década.
Así, este año el número de casos de cólera y de muertes asociadas al cólera ha aumentado en todo el mundo tras años de descenso. Para la OMS, son "especialmente preocupantes" los brotes registrados en 13 países, que no notificaron casos de cólera en 2021.
De ellos, algunos no habían notificado ningún brote de cólera en muchos años (entre tres y 30), y varios no se consideran países endémicos de cólera.
"La progresión simultánea de varios brotes de cólera, agravada en países que afrontan crisis humanitarias complejas con sistemas sanitarios frágiles y agravada por el cambio climático, plantea dificultades para responder a los brotes y corre el riesgo de propagarse a otros países. La capacidad general para responder a los brotes múltiples y simultáneos está sobrecargada debido a la falta mundial de recursos, incluida la vacuna oral contra el cólera, así como a la sobrecarga del personal médico y de salud pública, que a menudo se enfrenta a múltiples brotes de la enfermedad al mismo tiempo", ha denunciado la OMS.
El cólera es una infección diarreica aguda caracterizada, en su forma grave, por diarrea acuosa extrema y deshidratación potencialmente mortal. Está causada por la ingestión de alimentos o agua contaminados con la bacteria 'Vibrio cholerae'. Tiene un periodo de incubación corto, que oscila entre dos horas y cinco días.
La mayoría de las personas no desarrollan síntomas o sólo presentan síntomas leves; menos del 20 por ciento de los enfermos desarrollan diarrea acuosa aguda con deshidratación moderada o grave y corren el riesgo de pérdida rápida de líquidos corporales, deshidratación y muerte. A pesar de ser fácilmente tratable con una solución rehidratante, el cólera sigue siendo una amenaza mundial debido a su elevada morbilidad y mortalidad en poblaciones vulnerables con falta de acceso a una atención sanitaria adecuada.
En los dos últimos siglos se han registrado siete pandemias distintas de cólera. Se considera que la séptima pandemia, que aún continúa en la actualidad, se produjo principalmente entre 1961 y 1974. Durante este periodo, tras la reintroducción, muchos países pasaron a ser endémicos de cólera. Aunque la incidencia mundial disminuyó considerablemente a finales de la década de 1990, el cólera siguió siendo prevalente en algunas partes de África y Asia.
La carga mundial del cólera se desconoce en gran medida porque la mayoría de los casos no se notifican; sin embargo, algunos estudios estiman que cada año se producen 2,9 millones de casos y 95.000 muertes.