En su discurso de clausura de la V escuela de invierno del PP catalán, que se celebró en La Pedrera, el presidente del PP, cuyo partido trabaja en una reforma de la legislación actual, adelantó que llevará ambas propuestas a las Cortes, y reivindicó “orden y control” ante la inmigración.
Rajoy, que en febrero de 2008 ya anunció también en Barcelona su “contrato de integración” para los inmigrantes, reivindicó ayer este documento, que exigiría al recién llegado que respetase las costumbres y tradiciones españolas, y que aprendiese la lengua, entre otras cuestiones.
El dirigente del PP, que tiene previsto implicarse a fondo en las elecciones catalanas, previstas para otoño, también avanzó que su partido pedirá que “no se pueda conceder autorización para residir y trabajar” a los inmigrantes a los que “se les haya dictado orden de expulsión”.
Asimismo, el PP solicitará cambiar la Ley de Extranjería para “prohibir las regularizaciones masivas”, porque es “disparatado” que un inmigrante piense que si viene a España sin papeles, tarde o temprano le regularizarán.
En este contexto, también conminó al Gobierno español a aprovechar la presidencia europea de la UE para fomentar una política común en materia de inmigración porque, ha dicho, es “ridículo” que le legislación sea diferente en cada país.
Tras la polémica abierta sobre si se debe empadronar o no a los inmigrantes en situación irregular en España, el jefe de la oposición ha comentado que “todos los seres humanos, por el hecho de serlo, tienen derecho a los servicios básicos fundamentales”.
Recordó que multitud de gallegos emigraron al extranjero y que también a su vez han venido a España muchos inmigrantes a “ganarse la vida”.
“Estoy a favor de la inmigración”, remarcó el líder del PP en diversas ocasiones, aunque criticó las “contradicciones” de la normativa actual: “la misma ley dice que hay que empadronar y que hay que expulsar a los inmigrantes irregulares”.
Tras mencionar los casos de Vic y Torrejón de Ardoz, recordó que la ley “hay que cumplirla”, pero justificó la conveniencia de introducir cambios para afrontar este tema desde “el realismo”, y deploró que su partido fuera calificado de “facha” por criticar la “demagogia” que para él es reivindicar “papeles para todos”.
Rajoy aseguró que el PP optará en esta materia por una “postura equilibrada” y por el “sentido común” y, así, comentó: “creo que si los derechos de sanidad o educación no los garantizara el padrón, sino que se garantizaran por el mero hecho de ser seres humanos, sin ningún documento, ya nos evitaríamos muchos problemas”. A continuación, aseguró que este debate “no es malo” y que su partido se preguntará en las Cortes “qué hacemos con el padrón”, aunque cree que lo importante es la “política de inmigración”.
En este punto, se ha preguntado cuál es la “capacidad de acogida” de la sociedad española, y apuntó que la respuesta dependerá de dos aspectos: el trabajo que haya y la capacidad de las administraciones para prestar servicios públicos.
Por su parte, la candidata del PPC a la Generalitat, Alicia Sánchez-Camacho, culpó a los socialistas y a CiU de las carencias de la normativa actual, y proclamó que ni en Cataluña ni en España “cabemos todos”.