Las infracciones contra el medio ambiente en la provincia de Málaga han aumentado en 2019, con un total de 2.469 conocidas frente a las 2.368 de 2018, así como el número de detenidos por las mismas ha crecido de cuatro a 21, según datos del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona).
De esas 2.469 infracciones ocurridas en 2019, se han esclarecido 2.460, frente a las 2.364 que lo fueron en 2018, según los datos de la Guardia Civil. En total, 126 de ellas han sido delictivas, de las que se han esclarecido 117 este 2019, mientras que en 2018 fueron 94 y 90, respectivamente.
Asimismo, las infracciones administrativas han ascendido en 2019 a 2.343, todas esclarecidas, al igual que ocurrió en 2018 con las 2.274 registradas. El número de investigados también ha aumentado, con 195 en 2019 frente a los 147 de 2018.
Se produce así un aumento en casi todos los factores con respecto a 2018, aunque las cifras continúan por debajo de los niveles de 2017, cuando se registraron 3.636 infracciones, con 3.572 esclarecidas; de las que 147 fueron delictivas y hubo 40 detenidos y 142 investigados.
Las actuaciones del Seprona este año han sido variadas. Una de estas se produjo el pasado 11 de marzo, cuando agentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga y personal adscrito a Inspección Pesquera de la Delegación Territorial de Agricultura, Pesca, Ganadería y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía de Málaga, procedieron a denunciar a cinco pescadores recreativos por sobrepasar el volumen establecido para la pesca recreativa desde embarcación. Además, se decomisaron más de 400 kilogramos de productos pesqueros.
También en marzo, agentes de la Compañía de la Guardia Civil de Marbella (Málaga), con la colaboración de Inspección Pesquera de la Junta, llevaron a cabo una actuación contra la pesca furtiva y la distribución ilegal de productos pesqueros, cuando se procedió a intervenir un atún rojo pescado ilegalmente que iba a ser comercializado en un mercado de la localidad marbellí.
Agentes del Seprona, en coordinación con la Fiscalía de Medio Ambiente de Málaga, en el marco del Plan para la Defensa del Patrimonio Histórico, desarrollaron las operaciones denominadas 'Colum' y 'Patred', donde se detuvo a cuatro personas, se investigaron a otras nueve más y se intervinieron más de 3.700 piezas arqueológicas en distintas localidades de las provincias de Málaga, Córdoba y Tarragona.
Asimismo, en el marco de las actuaciones que se llevan a cabo para la protección de las especies marinas, agentes del Seprona también procedieron a la investigación de tres personas por la captura ilegal de 227 de ejemplares de lapas de Safí el pasado 19 de junio en el puerto pesquero de la localidad de Marbella.
De igual forma, el pasado martes, 6 de agosto, agentes del Seprona tuvieron conocimiento de que cuatro tripulantes de una embarcación recreativa e encontraban en aguas malagueñas pescando atunes rojos pese a estar prohibido, por lo que denunciaron los hechos administrativamente.
Por otro lado, fueron detenidos diez miembros de una organización internacional que se dedicaba al comercio ilegal de especies protegidas y se ha incautado de cerca de 200 animales entre aves, mamíferos y reptiles.
La Guardia Civil realizó un seguimiento a los detenidos y comprobó que adquirían los animales a distintos proveedores afincados en España y en otros países de la Unión Europea. A continuación, los almacenaban en una tienda de venta de animales en Fuengirola y en un domicilio de Ronda (Málaga), los trasladaban de manera irregular hasta Marruecos.
Otra acción fue junto a agentes de la Inspección pesquera de la Junta de Andalucía en Málaga, en una operación conjunta en la que se intervinieron 405 kilos de pulpo inmaduro en un local clandestino en el municipio malagueño de Fuengirola dedicado al almacenamiento para su distribución de productos de pesca congelados.
También a raíz de una investigación iniciada por el Seprona, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Estepona (Málaga) condenó a un vecino de esta localidad a pagar ocho euros diarios durante tres meses por haber maltratado a su perro, que llevaba varios días encadenado al sol, encima de sus propios excrementos y sin comida ni agua.