Tras 91 días de encierro y 15 días de huelga, el conflicto de los bomberos de Málaga parece entrar en vía muerta. La plantilla, que ya prepara una segunda manifestación para el 23 de abril por las calles del centro de la capital, reivindica al PP una negociación “real”, sin “encerronas”, defendiendo que el paro secundado por la plantilla, con un incremento de los servicios mínimos decretados -que han sido impugnados- es “legal”.
Los grupos en la oposición PSOE, Málaga Ahora, Málaga para la Gente y el edil no adscrito Juanjo Espinosa llevan al pleno de este viernes una moción conjunta, respaldada por Ciudadanos, para forzar al regidor popular, Francisco de la Torre, a sentarse a buscar una salida a un conflicto que se inició allá por noviembre con las primeras “banderas piratas”. “Está obligado por ley a negociar pero está dejando pudrirse el conflicto poniendo en riesgo la seguridad y prestigio de los bomberos”, recordó la portavoz socialista, María del Carmen Moreno, mientras que el portavoz de Málaga para la Gente, Eduardo Zorrilla, recriminó que la actitud de los populares es “una irresponsabilidad, manteniendo un conflicto en un servicio de emergencias”.
De momento, la huelga de hambre que habían anunciado a partir del próximo 1 de abril sigue en el aire a la espera de la respuesta de los tribunales a la impugnación de servicios mínimos y calendario de trabajo, pero el paro hace mella entre los efectivos que recuerdan que se trata de peticiones históricas: un nuevo reglamento, regularización de jornada y reclasificación laboral junto a más plantilla y medios para un servicio de calidad. En respuesta, De la Torre se ampara en “respetar lo firmado” en el actual convenio colectivo, pero este miércoles se mostró más receptivo a estudiar los puntos que sean posibles ahora y el resto de temas para 2018.
