Una investigación con perros adiestrados para la detección precoz del cáncer de próstata en personas, que arrancó en octubre de 2015 y concluirá el próximo mes de diciembre y que está patrocinada por la marca de alimentación de mascotas Dr. Darwin, de la firma malagueña Percofán, ya está arrojando datos satisfactorios. En concreto, se ha registrado un 87 por ciento de acierto sobre una muestra de 200 enfermos e individuos sanos.
Vital Detection Dogs es un proyecto de investigación que tiene como objetivo demostrar que el privilegiado olfato de los perros convenientemente adiestrados puede convertirse en el método de detección precoz del cáncer de próstata más efectivo.
Esta investigación está desarrollada por dos centros de Murcia: el Club de Adiestramiento Canino Madocan y Mr. Dogs Asociación de Perros de Terapia y Asistencia, en colaboración con el Servicio de Urología del Hospital Universitario Santa Lucía de Cartagena y el Área II de Salud del Servicio Murciano de Salud, que son los que facilitan las muestras.
Además, la empresa Dr. Darwin se ha encargado de proporcionar el alimento que estos perros necesitan para el desempeño de su adiestramiento. Por su parte, Instinto K9 ha suministrado el material de adiestramiento --arneses, correas, etcétera--.
Este proyecto se basa en el adiestramiento de ocho perros, en una primera etapa, que luego se reducirán a cuatro --los que mejores resultados den--, para que, mediante técnicas de refuerzo positivo, aprendan a usar su olfato --un millón de veces más sensible que el del ser humano-- para detectar Compuestos Orgánicos Volátiles en las muestras de orina de hombres con alto riesgo de desarrollar cáncer de próstata.
De esta manera, los perros debidamente entrenados son capaces de detectar precozmente a los enfermos de cáncer de próstata tras sólo olfatear la muestra de orina, lo que podría desembocar en una significativa reducción del número de muertes, ya que, cuanto antes se descubra la enfermedad, más probabilidades hay de superarla.
Los centros caninos precursores de este proyecto, Madocan y Mr. Dogs, ya tenían experiencia en la detección deportiva de perros --disciplina que usa el olfato de los perros para descubrir sustancias en distintos lugares y contenedores--.
Su derivación hacia el ámbito médico se produjo debido a que Pablo Carreño, el actual coordinador del área científica del proyecto y médico de profesión, había oído hablar del uso de la nariz de los perros para fines médicos y de algunas investigaciones similares que se habían realizado en otros países.
Posteriormente, se unió a esta investigación el Servicio de Urología del Hospital Universitario Santa Lucía de Cartagena y el Área II de Salud del Servicio Murciano de Salud, que son los que suministran las muestras, tanto de pacientes enfermos como sanos.
Por último, para el éxito de este proyecto es fundamental que los perros estén sanos y bien alimentados para que se muestren activos y respondan positivamente al adiestramiento, por lo que la marca Dr. Darwin se sumó a la iniciativa.
Según Miguel Rodríguez, coordinador del área cinológica del proyecto y encargado del adiestramiento de los canes, "para que un perro sea un buen detector precoz no es necesario que sea de una determinada raza, sino que es más una cuestión de actitud: es primordial que sea activo, inteligente, obediente, sano y, por supuesto, que esté bien adiestrado".
Ante el resultado provisional del 87 por ciento, Carreño ha indicado que permite confirmar que "se está trabajando por el camino correcto y que, aún quedando seis meses para el test final, pensamos que podemos llegar al cien por cien de aciertos".
En los ocho meses que este proyecto lleva en marcha, los perros han sido sometidos de manera paulatina a un adiestramiento y a unos test cada vez más exigentes.
En la primera fase, desarrollada de octubre a noviembre de 2015, se sometió a los ocho canes preseleccionados a un proceso de asociación para habituarlos a los olores específicos de las muestras de orina.
En concreto, se trabajó con diez muestras de orina de enfermos recientemente diagnosticados con cáncer de próstata --sin ser sometidos a ningún proceso de quimioterapia o radioterapia--.
En la segunda fase, llevada a cabo de diciembre de 2015 a enero de 2016, a los ocho perros se les sometió a un proceso de discriminación consistente en el olfateo de diez muestras positivas con cáncer de próstata y 50 procedentes de mujeres, que no pueden desarrollar este tipo de cáncer.
En la tercera fase, realizada entre febrero y marzo, los procesos de discriminación se fueron complicando al someter a los ocho canes a diferentes procedimientos de olfateo con 50 muestras de control sanas de otro tipo de pacientes --niños--, para que así aprendieran también a identificar las diez positivas con cáncer de próstata.
En la cuarta, desarrollada de abril a mayo, la investigación llegó a un momento crucial por dos motivos: por una parte, los perros tuvieron que identificar diez muestras positivas con cáncer de próstata de entre otras 50, esta vez de hombres adultos --pacientes con alto riesgo de desarrollar la enfermedad--, que son más complicadas de cribar; y, por otro lado, porque por primera vez se cuantificaron los resultados de estos test.
La quinta y última fase, que, actualmente, está en proceso y que durará hasta diciembre, es la que determinará de manera concluyente si este método de detección precoz del cáncer de próstata es válido y eficaz.
En concreto, se realizará un test final a los perros en el que cada uno olfateará hasta un total de 85 muestras de orina de pacientes diagnosticados de cáncer de próstata entre más de 200 procedentes de controles sanos.
"Si las conclusiones de esta investigación son positivas, los perros podrán desempeñar un papel protagonista en el diagnóstico precoz, no sólo de cáncer de próstata, sino de otros tipos, e, incluso, de otras patologías potencialmente graves", ha declarado Carreño.
Una investigación similar ya fue anunciada en abrio por el Instituto de Investigación Sanitaria La Fe y la Asociación Española contra el Cáncer (AECC)