Con las notas recién entregadas y después de superar un año académico repleto de obstáculos, llega el esprint final para esta última Selectividad. Alrededor de 7.200 alumnos que han superado 2º de Bachillerato o un Ciclo Formativo Superior se examinarán en Málaga en la convocatoria de junio, que tendrá lugar en Andalucía los próximos días 14, 15 y 16.
Ocho días de travesía por el desierto para unos exámenes que alcanzan unas elevadísimas cifras de aprobados, en torno al 94 por ciento como norma general, pero que constituyen para la mayoría de estos estudiantes una auténtica odisea para acceder a la carrera universitaria deseada.
En este sentido, la profesora del IES Mediterráneo Rosa Yáñez explica que lo “difícil” es ocupar la plaza esperada y que se cumplan los objetivos del alumno. Ahí juega un papel primordial la fase específica de la Selectividad; pruebas voluntarias que sirven para subir nota y poder llegar al top ten de los 14 puntos.
En esta estresante situación se encuentra Julia González, alumna del IES Mediterráneo, en la barriada de El Palo, quien asegura que la presión en estos días es “muy grande”. Esta joven quiere cursar la carrera de Enfermería, una de las más selecta e inaccesibles de la Universidad, con una nota de corte superior a los diez puntos. González, por tanto, sufre los síntomas habituales en estos prolegómenos a la Selectividad. “Ha sido un curso difícil y ahora estoy nerviosa, porque me preocupa mucho quedarme a las puertas”, dice.
No obstante, Medicina sigue siendo la carrera más demandada en Málaga. Su nota de corte es elevadísima, por encima de los 12 puntos.
Para ir a estos exámenes con unas garantías de éxito, Alberto Rodríguez apunta que “no queda otra que hincar los codos”, especialmente en Matemáticas y Química, las que más le “preocupan”. “Hay que ser muy constante todo el curso y ahora; hay que llevar toda la materia al día, ponerle tesón. Creo que los atracones al final no funcionan”, añade este alumno que aspira a entrar en Magisterio de Educación Física, con una nota de corte cercana a los 8,5 puntos.
María Arroyo ha planificado esta semana de locura con mucha precisión. Espera capotear el calor y los nervios con un programa de estudios diseñado al milímetro y así cursar Biología. Es una alumna muy metódica y disciplinada. Prevé estudiar unas 8 horas diarias, que dedicará a una asignatura por la mañana y otra por la tarde. “El descanso es sagrado. Nunca he estudiado de noche. Lo más importante en estos momentos de estrés es una buena organización”.
La Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) toca este año a su fin, según la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce), y dará paso a dos nuevos exámenes. Por un lado, los alumnos que culminen Bachillerato tendrán que enfrentarse en 2017 a la Reválida, una prueba experimental el primer año y no afectará a los expedientes. Por otro, se examinarán, además, en una prueba de acceso única para Andalucía, en virtud del acuerdo alcanzado en la Comisión Académica del Consejo Andaluz de Universidades, por el que se continuará con el sistema actual de Distrito Único.