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El Romeral exige medidas para conciliar el sueño

Los vecinos reivindican soluciones provisionales al ruido de las terrazas hasta ver si se declara zona acústicamente saturada. Han pedido una nueva reunión.

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La guerra de las terrazas no se libra solo en el centro de Málaga, también en El Romeral, donde los vecinos batallan por conciliar el sueño ante la invasión de negocios de ocio y restauración que han proliferado en los últimos tiempos en la que se ha convertido en la zona estudiantil por excelencia del distrito de Teatinos. Cansados de llamar noche sí, noche también a la policía, han solicitado una reunión con la edil del distrito y los responsables de Medio Ambiente y Comercio para exigir medidas provisionales al ruido y molestias que provocan las numerosas terrazas que han tomado calles y aceras. “Un día se va a liar una zapatiesta y se llevarán las manos a la cabeza, la cosa va a peor, el Ayuntamiento debe vigilar a los que incumplen y no dar nuevas licencias o permitir ampliar terrazas”, lamenta Virginia Martín, abogada, vecina y uno de los rostros más visibles de un conflicto que viene de largo.

El conflicto por equilibrar el descanso de los residentes con el negocio de los empresarios está servido. “La policía viene, a veces observa desde el coche, no sabemos si han levantado acta pero, cuando lo hacen, pagan las multas y punto; tienen derecho a hacer negocio, pero nosotros también a descansar para poder trabajar”, insiste Martín. El Ayuntamiento presentó el pasado mes de febrero los resultados de un estudio en el que analizaba 41 puntos conflictivos del casco histórico y El Romeral. La mitad de ellos, superan los niveles permitidos. Los resultados son el punto de partida para estudiar los pros y contras para tramitar figuras de protección acústica como la Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE), la Zona Acústicamente Saturada (ZAS) y la Zona de Situación Acústica Especial (ZSAE). Una designación que abriría la puerta a un amplio abanico de medidas entre ellas, el establecimiento de tasas por ruido, la regulación de horarios de cierre de locales y terrazas, la limitación de licencias de actividad o la limitación de número de mesas en terrazas.

Los enfrentamientos han llevado a algunos de los residentes a alquilar sus pisos, marcharse e, incluso, trasladar la lucha por pegar ojo a los tribunales. Desde el Consistorio estiman que la tramitación podría estar lista a finales de año, quedando la última palabra en manos de la Junta de Andalucía. Pero El Romeral no quiere esperar tanto y, a la vista de que el Consistorio se ha puesto manos a la obra para aminorar el problema en el Centro, reclaman un justo trato. “Nos sentimos discriminados, mientras en el Centro están empezando a tomar medidas, aquí nos olvidan”, se queja la portavoz vecinal. Quien también les dio la razón fue el Defensor del Pueblo Andaluz que instó a acabar con el ruido que sufren los residentes. “Por mucho que el concejal diga que el ruido aquí no es para tanto, de la veintena de calles, la mitad están saturadas”, defienden.

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