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El arte ruso vuelve a la Colección del Museo Ruso de Málaga

La pinacoteca estrena tres exposiciones temporales con las que se vuelven a llenar las salas de obras rusas, desde el inicio de la guerra de Ucrania.

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La obra "La troika", del artista Filip Andréievich Maliavin, que forma parte de la exposición "Arte ruso, una mirada inglesa.Una coleccion privada de pintura rusa".

El artista José Manuel Ballester posa delante de "Museo Estatal de San Petersburgo 22.2016", de su exposición "Ausentes".

Obras "del artista José Manuel Ballester.

  • Tras la invasión rusa, Málaga devolvió las obras al Museo Estatal de San Petersburgo.
  • Las obras provienen de la colección de la británica Jenny Green, del matrimonio ucraniano Ilya & Emilia Kabakov y de José Manuel Ballester.
  • Se podrán visitar hasta el

La Colección del Museo Ruso de Málaga vuelve a exponer arte de este país, después de que la pinacoteca malagueña tuviera que devolver las obras al Museo Estatal de San Petersburgo al iniciarse la guerra en Ucrania.

Es un homenaje, al arte y al pueblo ruso, pero también una denuncia a aquellos que provocan el exilio de gente de la cultura.

No son obras cedidas por San Petersburgo, sino que provienen de la colección privada de la empresaria británica Jenny Green. Por primera vez, esta aficionada al arte ha descolgado de su casa en Londres 76 pinturas y dibujos datados entre 1876 y 1980, que reflejan el esplendor de la creación artística rusa de los siglos XIX y XX.

La exposición ‘Arte ruso, una mirada inglesa. Una colección privada de pintura rusa’ reúne nombres como Venetsianov, Ivanov, Aivazovsky, Repìn, Serov, Bakst, Benois, Kandinsky, Serebriakova, Larionov, Goncharova, Chelischev o Essaian, testimoniando no solo la evolución del gusto en Rusia desde el Romanticismo hasta la agonía del régimen soviético, sino también el destino de sus artistas entre el arraigo y el exilio.

En la muestra temporal se puede ver prácticamente la colección completa de Green, salgo contadas excepciones. La propietaria deja fuera, por voluntad propia, “el realismo socialista, basado en el adoctrinamiento, para apostar por los artistas más libres e imaginativos”.

Una emocionada Green confiesa que “nunca” pensó que iba a ver su colección expuesta en un museo como el malagueño. Su afición por el arte ruso empezó gracias a “mi querido amigo Johnny, ya fallecido”, cuenta, quien le presentó cuando tenía 20 años los trabajos de los pintores de este país: “Me encantó la forma en que los artistas rusos trabajan las acuarelas y tuve la suerte de heredar algún dinero y en 2004 empecé mi colección”.

Los cuadros de Jenny Green “son tan extravagantes y coloridos como su dueña”, dice Ivan Samarine, comisario de la exposición. Además, este conjunto de obras forman una “de las colecciones más significativas en manos privadas, sobre todo, por haberse formado fuera de Rusia en los últimos veinte años”.

Junto con la exposición ‘Arte ruso, una mirada inglesa. Una colección privada de pintura rusa’ se han inaugurado dos muestras más. La instalación ‘For Sale’ del matrimonio ucraniano formado por Ilya & Emilia Kabakov, residentes en Estados Unidos. Con su trabajo buscan transmitir al público la sensación de ausencia por el exilio que vivieron.

El visitante se adentrará en una habitación oscura de una vivienda relativamente pequeña donde hay una iluminación extraña y un interior fantasmal. Se trata de un salón antiguo con una cornisa dorada en la parte superior. A lo largo de las paredes cuelgan seis cuadros en marcos oscuros y en el centro de la habitación hay muebles agrupados cubiertos de polvo por una gran manta blanca. Los habitantes de la habitación se han ido y todo el contenido está a la venta, lo hace sentir al visitante como un intruso.

José Manuel Ballester, Premio Nacional de Fotografía, es el tercer protagonista, quien presenta ‘Ausentes’, donde habla de la desaparición de las obras del museo matriz de San Petersburgo en las salas de lo que era su filial malagueña. Dentro de esta muestra, en la sección ‘San Petersburgo 2016’, el artista testimonia a través de sus fotografías una visita realizada al Museo Estatal Ruso.

Para el alcalde de Málaga, Francisco de la Torres, estas tres exposiciones, que se podrán visitar hasta el 5 de junio de 2023, tienen “un claro sentido de homenaje a los artistas que han tenido que dejar su territorio, llevando su cultura a otras zonas. Es un homenaje, al arte y al pueblo ruso, pero también una denuncia a aquellos que provocan el exilio de gente de la cultura”.

“El exilio en tiempos pasados y el exilio en tiempo presentes, muchos artistas rusos han tenido que salir de Rusia por no estar de acuerdo con la agresión brutal y la tragedia de la guerra en Ucrania”, ha sentenciado el regidor.

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