Un gran número de los más de 800 empleados de la plantilla han secundado la protesta, produciendo un importante caos circulatorio en las inmediaciones de la colonia británica, aunque afortunadamente no hay que lamentar incidentes.
El delegado de CCOO, Jesús González Aragón, ha manifestado que "es hora de poner fin a la situación que estamos soportando", por ello ha pedido "la dimisión en pleno de la Corporación municipal" y que sea una junta gestora quién se haga cargo de la administración local.
Este viernes, a primera hora, los empleados volverán a reunirse y decidirán que medidas de presión adoptarán. La asamblea permanente se mantendrá y todo apunta a que se repetirán las protestas en plena vía pública. "Hoy seguimos aquí y mañana decidiremos en asamblea", espeta Aragón.