La llegada del ‘quinto contenedor’ a Jerez ha sufrido un ligero revés después de que la Junta de Gobierno local se haya visto obligada a suspender el procedimiento a la espera de que el Tribunal de Recursos Contractuales resuelva un litigio iniciado por la mercantil Sulo Ibérica S.A., que fue una de las dos empresas que optó a la adjudicación del contrato.
Hay que recordar que el Consistorio adjudicó ese contrato a Contenur el pasado 15 de enero por un importe de 1.290.102 euros (IVA incluido), ya que la suya había sido considerada la oferta más ventajosa para los intereses municipales, toda vez que la de Sulo Ibérica se elevaba a 1.344.842 euros.
El origen del conflicto hay que situarlo en las semanas previas a esa adjudicación definitiva. Al ser la suya la oferta más económica, la Mesa de Contratación requirió a Contenur la documentación pertinente para culminar el procedimiento.
Revisadas las cuentas anuales de esta sociedad, se comprobó que su cifra de negocios era “inferior a lo exigido” en el Pliego de Cláusulas Administrativas Particulares (PCAP), por lo que se solicitó esa misma documentación al siguiente licitador, en este caso Sulo Ibérica S.A., dándose además por retirada la oferta de Contenur.
El problema llegó cuando apenas unos días después se advirtió un error en la interpretación de la documentación aportada por esta empresa, quedando entonces “acreditada” su “solvencia económica y financiera”, por lo que se la volvió a proponer como adjudicataria del contrato.
Y es ahí a donde se agarra Sulo Ibérica para defender sus derechos, dado que desde el Ayuntamiento se le llegó a requerir la documentación previa a la adjudicación para después dar por buena la que Contenur había aportado con anterioridad.
El caso es que el procedimiento se encuentra ahora en suspenso y a la espera de la resolución del Tribunal de Recursos Contractuales, que será el órgano encargado de dictaminar cuál de las dos entidades mercantiles será la encargada de prestar este servicio.
Cuando el pasado 15 de enero se adjudicó el contrato, la previsión del Gobierno local es que los primeros contenedores estuvieran ya en la vía pública a lo largo de este próximo mes de abril. La empresa que finalmente resulte adjudicataria deberá suministrar 1.500 contenedores de carga lateral para la recogida selectiva de materia orgánica de 2.200 litros de capacidad, 2.500 cubos domiciliarios aireados de 25 litros y 100.000 bolsas compostables de uso doméstico.
Se habló entonces de que la implantación del ‘quinto contenedor’ o ‘contenedor marrón’ sería progresiva, confiándose en que a lo largo del presente ejercicio se incorporaran a la vía pública 500 de estos contenedores.
Los ciudadanos deberán arrojar al contenedor marrón los residuos orgánicos, que permitirán la elaboración de compost y su posterior utilización como abono o fertilizante e incluso como fuente generadora de energía.
El quinto contenedor permite reducir la cantidad de basura orgánica que llega a los vertederos, además de disminuir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero implicados en el cambio climático.
De igual modo permite producir energía renovable y enmienda orgánica, una sustancia que mejora los suelos y recupera nutrientes para las plantas. También evita la contaminación de suelos, cauces y acuíferos y posibilita un mejor tratamiento de otras fracciones de residuos.