Y es que, cuando se den por terminadas las obras de adaptación que se vienen realizando, por lo que se puede apreciar, éstas no van a reunir los requisitos mínimos que deben cumplir los centros para poder prestar el servicio educativo, y mucho menos en este nivel, de Escuela Oficial de Idiomas, requisitos que deben abordar espacios docentes, de equipamiento, espacios para esparcimiento o de la necesaria higiene.
“Pues los centros educativos deben contemplar no sólo las condiciones materiales de la edificación docente sino todos aquellos aspectos que de alguna manera pueden tener una repercusión directa o indirecta en su actividad educativa, así como también los referidos a la comodidad y seguridad de todas las personas que participan en dicho proceso docente” apuntaba el concejal popular.
Pero las obras que ya están realizadas en este centro no cumplen ni los requisitos mínimos establecidos en la normativa para centros educativos.
En primer lugar el edificio no reúne las condiciones de accesibilidad general, ni la específica para personas con algún problema de movilidad, al no disponer de ascensor u otro mecanismo de remonte.
Las condiciones acústicas ni siquiera han sido analizadas. El número de las unidades de los servicios de higiene no son ni suficientes ni espaciosos.
Los metros cuadrados para el número de aulas o para la habitabilidad de alumnos, no se corresponden con los que señala la legislación vigente, habiendo dos aulas sin ventanas ni mecanismo alguno de ventilación que lo supla.
Los espacios destinados al profesorado se encuentran en una planta superior de difícil acceso para profesores, alumnos y personal de servicios.
“En definitiva, un proyecto que podríamos calificar de “increíble”, y que, además, resta su espacio a la Fundación Municipal de Cultura José Luis Cano” -denunció Bernabé Ramírez-.
Y concluyó advirtiendo que, con la mayor urgencia, se han de arreglar estos desaguisados: “Si el cumplimiento de la normativa es obligado para los centros de iniciativa privada, para lo centros públicos ha de ser de estricto cumplimiento, por lo que la Escuela Oficial de Idiomas debe guardar un escrupuloso respeto al cumplimiento de la normativa en vigor, tanto general como autonómica, sobre edificios docentes