El tiempo en: Ronda
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Jaén

Premian las mejores tesis doctorales de la UJA

La Universidad de Jaén ha otorgado sus Premios Extraordinarios de Doctorado correspondientes a la convocatoria 2020, un total de trece galardones

Publicidad Ai Publicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
  • Mª del Mar Quesada, Rafael Mantas, Nuria Cantero y Sebastián Montoro. -

La Universidad de Jaén(UJA) ha otorgado sus Premios Extraordinarios de Doctorado de la convocatoria 2020, un total de 13 galardones, con los que la UJA distingue las mejores tesis doctorales defendidas durante el pasado año.

El rector de la Universidad de Jaén, Juan Gómez Ortega, ha felicitado a los doctores y doctoras galardonados, recordándoles que con este premio reciben la máxima distinción que una tesis puede recibir en el ámbito universitario, “prueba de la excelencia que atesoran y que proyectan como miembros de la Generación UJA”.

La Escuela de Doctorado de la Universidad de Jaén es la encargada de organizar, dentro de su ámbito de gestión, las enseñanzas y actividades propias del doctorado, cuya oferta está compuesta por un total de 20 programas.

En la confección de esta oferta se persigue, principalmente, por un lado, propiciar la creación de un marco adecuado que favorezca la formación de investigadores, y por otro, la integración del sistema Ciencia-Tecnología-Industria en dichos programas. En este sentido, los 20 programas de doctorado ofertados presentan una amplia variedad de posibilidades de investigación en todos los ámbitos del conocimiento, prestando particular atención a aquellos relacionados directamente con el entorno socioeconómico, como por ejemplo el sector oleícola, el patrimonio, la arqueología o los nuevos materiales.

Premios Extraordinarios de Doctorado

En el Área de Arte y Humanidades, la Universidad de Jaén ha concedido dos premios: a Pastor Fábrega Álvarez, del Programa de Doctorado en Arqueología Espacial por la tesis ‘Recorriendo y observando paisajes digitales. Una aproximación al análisis arqueológico con tecnologías de la información geográfica’ y a Rafael Mantas Fernández, del Programa de Doctorado en Arte y Humanidades, por la tesis ‘Sebastián Martínez Domedel. Un pintor giennense del seiscientos’.

En el Área de Ciencias Experimentales se han concedido otros dos premios: a María del Mar Quesada Moreno, del Programa de Doctorado en Química, por su tesis ‘Quiralidad molecular y supramolecular de sistemas de interés biológico y atmosférico estudiadas mediante técnicas espectroscópicas vibracionales sensibles (VCD) y no sensibles (IR y RAMAN) a la quiralidad combinadas con cálculos químicos cuánticos’, y a Francisco Orellana García, también del Programa de Doctorado en Química, por su tesis ‘Eliminación de herbicidas en fase acuosa mediante procesos avanzados de oxidación fotoquímicos usando radiación ultravioleta y solar’.

En el Área de Ciencias de la Salud han sido tres los premios concedidos: a Beatriz Pérez Montoro, del Programa de Doctorado en Seguridad de los Alimentos, por la tesis titulada ‘Estudio geonómico y proteómico de cepas probióticas de Lactobacillus pentosus aisladas de aceitunas aloreña fermentadas’; Sebastián Montoro Molina, también del Programa de Doctorado en Seguridad de los Alimentos, por su tesis ‘Glutamil aminopeptidasa en orina, en microvesículas y en exosomas urinarios como marcador de la nefrotoxicidad inducida por el cisplatino en ratas’, y a José Alberto Laredo Aguilera, del Programa de Doctorado en Ciencias de la Salud, por la tesis, ‘Efecto de diferentes terapias físicas en la salud de las personas mayores’.

En el Área de Ingeniería y Tecnología se ha concedido un premio a Clara Arbizu Barrera, del Programa de Doctorado en Energías Renovables, por la tesis titulada ‘Combining MSG cloud estimates and the WRF NWP model dynamic to enhance short-term solar radiation forecasting’.

En el Área de Ciencias Sociales se han entregado un total de tres premios: a Rocío Linares Martínez, del Programa de Doctorado en Psicología, por la tesis ‘La actualización de la información en la memoria de trabajo: diferencias asociadas a la edad y efectos de un programa de entrenamiento’; a Nuria Cantero Rodríguez, del Programa de Doctorado en Sociales y Jurídicas, por la tesis ‘Identificación y caracterización de los aspectos transformadores de un centro educativo en una comunidad de aprendizaje en Andalucía’, y a Ana Belén Mudarra Fernández, también del Programa de Doctorado en Sociales y Jurídicas, por ‘El gasto turístico en ciudades Patrimonio de la Humanidad. Factores determinantes y segmentación de la demanda’.

Por último, en el Área de Ciencias Jurídicas, se han entregado dos premios, a Jonatan Cruz Ángeles, por la tesis ‘La teoría jurídica del consenso y margen de apreciación de los estados en materia de orientación sexual: estudio comparado de la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y la Corte Interamericana de Derechos Humanos’, y a Rabia R’Rabet Temsamani, por la tesis ‘El estrecho de Gibraltar: protección internacional y nacional de su medio ambiente marino’,  ambos pertenecientes al Programa de Doctorado en Sociales y Jurídicas.

Experiencias personales de premiados

María del Mar Quesada Moreno (Málaga, 1989) es licenciada en Química por la Universidad de Jaén, Máster Interuniversitario en ‘Láseres y Aplicaciones en Química. Quimiláser’, por la Universidad Málaga y la Universidad de Jaén; doctora en Química. Vive en Jaén desde los siete años. Comenzó su tesis ‘Quiralidad molecular y supramolecular de sistemas de interés biológico y atmosférico estudiadas mediante técnicas espectroscópicas vibracionales sensibles (VCD) y no sensibles (IR y RAMAN) a la quiralidad combinadas con cálculos químicos cuánticos’ en el año 2013, gracias a una beca predoctoral del plan propio de la Universidad de Jaén, que duraba cuatro años. La finalizó en 2017. “El último año de carrera tuve una beca de iniciación a la investigación del plan propio de la Universidad de Jaén y empecé a conocer la investigación que se hacía en el grupo de Química-Física. Me gustó cómo trabajaban. Estuve a gusto con ellos y en el departamento”, recuerda. Llevaron a cabo el análisis de la estructura de distintas moléculas y complejos moleculares, con interés biológico y atmosférico. “Una de las técnicas utilizadas posicionó al equipo de Jaén como uno de los pioneros a nivel nacional”, reconoce. El premio es un reconocimiento a la producción científica de la tesis doctoral. “Estoy muy contenta. Es una buena forma de reconocer el esfuerzo. Son muchas horas de trabajo y presión. Motiva mucho un reconocimiento así”, valora. La experiencia doctorando en la UJA fue “buena”. Dice: “Me considero una afortunada por haber tenido a mis directores de tesis. Eran muy buenos en su campo y sin ellos no hubiera llegado tan lejos. Me ayudaron en todo lo que necesité y me transmitieron su pasión por la investigación. La UJA cuenta con un equipamiento bueno y completo. El centro de instrumentación científico-técnica tiene una gran variedad de equipos”.  Explica que realizar la tesis en la UJA le abrió puertas. Desde el año pasado está en la Universidad de Granada, por un contrato de investigación postdoctoral de la Junta de Andalucía, donde imparte clases y sigue investigando. “Se han cumplido mis expectativas laborales”, termina.

Rafael Mantas Fernández (Linares, 1982) se licenció en Humanidades y en Historia del Arte por la Universidad de Jaén (UJA),  doctor en Arte y Humanidades. En 2010 comenzó su programa de doctorado y durante los dos primeros años realizó el trabajo tutelado de iniciación a la investigación, con una revisión historiográfica de la figura del pintor Sebastián Martínez Domedel. La tesis ‘Sebastián Martínez Domedel. Un pintor giennense del seiscientos’ la comenzó en 2012 y la defendió el 8 de mayo de 2017.  “Siempre me interesó la investigación. Cuando terminé la licenciatura de Historia del Arte vi la oportunidad de profundizar y encontré un tema con posibilidades de estudio y con repercusión, según entendieron también mis tutores. Surgió de forma natural. Terminé la licenciatura y empecé el doctorado”, recuerda. Su experiencia ha sido “muy positiva”. Ya conocía la UJA. “Con el profesorado tenía confianza. Ese trato cercano me hizo apostar por la Universidad de Jaén. Fue una forma de devolverle lo que años anteriores me había dado con mi formación”, apunta. El reconocimiento premia la propia valoración del tribunal de la tesis, las aportaciones que ha ido realizado como doctorando y al terminar la tesis. “Evidentemente, una investigación si no se difunde y da a conocer, no sirve de nada. Tenía claro que lo que tenía que hacer era difundir la figura de Sebastián Martínez, no sólo en el ámbito científico, sino también en el educativo. Se debe abarcar a todo el mundo. Cuando algo no se conoce, puede caer en el olvido. En Jaén, su pintura está presente en la Catedral y hasta las últimas décadas no ha sido cuando se ha empezado a estudiar”, señala. Trabajó un año en el departamento de Didáctica de las Ciencias Sociales de la UJA pero opositó y es profesor de Geografía, Historia e Historia del Arte en el IES Oretania de Linares. “Puedo compaginar mi trabajo en Secundaria y la investigación”, agradece. Su tesis fue reconocida en 2013, durante la reunión de investigadores en formación de la UJA, con el premio a la presentación en póster, dentro de la sección de Humanidades. En 2014 consiguió el Premio de Investigación ‘Cronista Cazabán’ de la Diputación de Jaén. Recientemente ha sido publicado el libro.

Nuria Cantero Rodríguez (La Carolina, 1982) es diplomada en Magisterio de Educación Musical y en Psicopedagogía, por la Universidad de Jaén; y en Educación Social, por la UNED; doctora en Sociales y Jurídicas.  Aprobó las oposiciones en 2005 y es directora del centro educativo donde estudió de niña, el ‘Palacios Rubio’, de La Carolina. “Al terminar Psicopedagogía, entré en el mundo de la Educación. Me interesaba la investigación en el ámbito educativo”, apunta. Inició su tesis doctoral, ‘Identificación y caracterización de los aspectos transformadores de un centro educativo en una comunidad de aprendizaje en Andalucía’, en 2015 y la presentó en 2017. “La experiencia ha sido dura, pero magnífica”, recuerda. Su investigación la orientó a la Psicopedagogía, la Educación Social y la Ayuda Social, que es a lo que se dedica, apostando por la investigación sobre las comunidades de aprendizaje. “A la vez que investigaba sobre cómo funcionaba a nivel andaluz, lo llevaba a cabo en mi centro. Al ser directora, quería saber a qué tipo de situaciones se enfrentaban el resto de directores de Andalucía. En 2012 se regularon las comunidades de aprendizaje. Mi tesis fue muy original porque no había investigaciones previas. Fue la primera investigación a nivel regional que se hizo en comunidades de aprendizaje. La investigación fue preciosa”, valora. Realizó un cuestionario propio del proceso de investigación. “Me lo valoraron en la presentación de mi tesis. También inventé una entrevista para los directores de los centros. Comprobaba los datos que me daba el cuestionario del profesorado con los que me ofrecían las entrevistas a los directores. Fue muy valorado en la investigación, porque no se solían dar investigaciones mixtas. Fue complejo, pero lo recuerdo con orgullo”, explica. Presentó la tesis por artículos. “Fue un paso más de complejidad”, señala. Hizo un compendio de artículos publicados en revistas científicas de alto percentil y eso la posicionó para el premio extraordinario. “El esfuerzo y sacrificio de la formación tiene su recompensa”, agradece. No se olvida del apoyo familiar que tuvo y aconseja la formación porque “enriquece personalmente y te abre las puertas a lo profesional”.  

Sebastián Montoro Molina (Beas de Segura, 1989) es Licenciado en Biología por la Universidad de Jaén (UJA) y Máster en ‘Biotecnología y Medicina’ y Máster de ‘Profesorado’ por la UJA, doctor en Seguridad de Alimentos. “A raíz del máster en Biotecnología y Biomedicina entré en un grupo de investigación de la UJA. Antes ya había tenido una beca de colaboración con la que me inicié en la Ciencia. Hice el trabajo fin de máster con ellos. Me decidí por seguir con ellos y realizar la tesis doctoral”, recuerda. Inició el programa de Doctorado en Seguridad de los Alimentos en el año 2012 y leyó su tesis, ‘Glutamil aminopeptidasa en orina, en microvesículas y en exosomas urinarios como marcador de la nefrotoxicidad inducida por el cisplatino en ratas’, en el año 2017. Estudió un  marcador precoz de daño renal, que se puede aplicar en clínica, específico del daño renal.  “El premio es un reconocimiento al impacto de la tesis a nivel de investigación, por los artículos publicados, las estancias, los contratos, las publicaciones en revistas de alto impacto. Tengo dos artículos publicados que están incluidos en la tesis y otros que, en conjunto, es lo que me ha reportado el premio. He estado en más de una decena de congresos científicos internacionales”, explica. Sobre la experiencia con el doctorando en la Universidad de Jaén, reconoce que fue “perfecta”. No olvida el trabajo de la directora de su tesis, Rosemary Wangensteen. “Me apoyó siempre. Mi experiencia con la tesis, a nivel personal, ha sido un orgullo y que ahora me reconozcan con este premio, también”, dice. Es profesor en el IES Felipe Solís de Cabra (Córdoba), donde imparte docencia en un ciclo formativo. “Si la labor de uno, tu pasión y tu futuro es la investigación, tienes que hacerlo porque el doctorado te abre puertas. No descarto dar clases en la Universidad. Estoy acreditado para la docencia en universidades”, dice. Sobre la Universidad de Jaén, asegura que “cada vez es más reconocida fuera de la provincia y está creciendo mucho”.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN