Salvó el Real Jaén un auténtico match ball. La visita del Almería B fue un quebradero de cabeza, sobre todo en la primera mitad, y los blancos acabaron sufriendo, por no haber rematado antes el partido, para conservar el único tanto conseguido por Juanma Porro.
Hay mucha presión ya en cada uno de los partidos que afronta el Real Jaén. La proporciona la responsabilidad de conseguir el ascenso en un año especial para el club y también el hecho de haber sido líder durante toda la temporada hasta hace apenas una semana.
Tampoco ayudó a los chicos de Chumilla el enterarse de que el Marbella se había adelantado a los pocos minutos en su encuentro ante el Atlético Malagueño. Todo esto, unido a la buena versión que ofreció el Almería B en el Nuevo La Victoria, hizo que en la primera parte se viese a un conjunto ‘lagarto’ atenazado y sin frescura en la creación.
No tuvieron trabajo los porteros durante la primera media hora de juego pero logró quitarse de encima esa presión el conjunto blanco con una personalidad digna de un equipo que merece ser campeón.
Zaki tuvo la primera clara en un mano a mano que acabó enviando alto cuando el respetable de la victoria cantaba prácticamente el gol. No tuvieron que esperar mucho los miles de aficionados blancos que arroparon a los suyos en una tarde apetecible.
Óscar Lozano se sacó de la chistera una falta en la derecha y él mismo la botó para que Juanma Porro, haciendo valer su poderosa altura, rematase a gol.
Llegó el tanto además en uno de esos momentos clave de los encuentros, justo antes de un descanso que vino bien a Urko y Mario Martos, que tuvieron que hacer durante el primer acto un destacable esfuerzo físico para tratar de hacerse con el centro del campo.
Durante la segunda mitad fue más evidente aún la superioridad de los jienenses. Zaki volvió a gozar de una buenísima ocasión con un testarazo en el que no llegó a atinar con la portería. No le costó tanto al Real Jaén asomarse a la portería del filial almeriense pero este tiene jugadores que sueñan con llamar la atención del primer equipo, ubicado en la Primera División, y Javi Sánchez tuvo que hacer una parada de excepción para detener el envío que un jugador rojiblanco realizó de falta directa.
Se están haciendo habituales las paradas salvadoras de un cancerbero sin el que el Real Jaén posiblemente no tendría la posición que tiene actualmente en la tabla.
Tuvo la inteligencia necesaria el equipo de Chumilla para saber tranquilizar el encuentro cuando notó que las piernas de su sala de máquinas comenzaban a espesarse por culpa del cansancio.
No pudo evitar sin embargo que los últimos minutos fuesen de absoluto infarto. Los almerienses empezaron a colgar balones al área y, en el rechace de uno de ellos, el balón acabó en el travesaño. Hubo alguna pelota más mandada al área con intención pero quedó en susto el intento de remontada de los rojiblancos. Los tres puntos se quedaron en la capital del Santo Reino.