Agentes de la Policía Nacional, en colaboración con el FBI, han detenido en la provincia de Huelva a un ciudadano de nacionalidad ucraniana y 30 años como presunto responsable de sofisticados ciberataques a nivel mundial.
Así, el detenido supuestamente formaba parte de una organización que habría atacado a más de cien compañías en las que ha robado los datos de millones de tarjetas bancarias que posteriormente vendían en foros de carding.
Según ha informado la Policía Nacional en una nota de prensa, el arrestado es considerado "uno de los líderes de la organización criminal conocida en el ámbito de la ciberseguridad como 'FIN7', dedicada a la ejecución de ataques informáticos contra compañías de los sectores de la restauración, hostelería y juegos".
Junto con otros miembros de este grupo criminal, presuntamente llevaría a cabo ataques informáticos contra empresas de restauración principalmente de Estados Unidos y Reino Unido.
De este modo, han indicado que "vulneraban los sistemas informáticos de las compañías y obtenían las numeraciones de las tarjetas usadas en los terminales puntos de venta (TPV)".
El ciberataque se realizaba mediante el envío de un correo electrónico de phishing que contendría un adjunto, generalmente un fichero de MS Office con carga maliciosa.
La víctima, al abrir el fichero adjunto, iniciaría un proceso de descarga de un software malicioso desde un servidor que se utiliza para el control remoto de los sistemas de la compañía víctima. El software de acceso remoto utilizado se denominaba 'Carbanak', software adquirido en mercados clandestinos de los desarrolladores del mismo.
Así, mediante el uso de este complejo framework, los atacantes conseguirían no sólo el robo de datos y la transferencia de archivos desde la víctima sino también la persistencia en el acceso. Utilizando ese proceso, la organización habría atacado a más de 100 compañías en los que ha robado los datos de millones de tarjetas bancarias que posteriormente vendían en foros de carding.
La investigación, que continúa abierta, se inició como consecuencia de una Comisión Rogatoria Internacional emitida por las autoridades de Estados Unidos y una orden internacional de detención. Los agentes localizaron al buscado en una localidad onubense donde disfrutaba de unos días de vacaciones y procedieron a su arresto.