La Guardia Civil ha realizado seis operaciones simultáneas contra el cultivo intensivo de cannabis sativa en las localidades granadinas de Maracena, Huétor Vega, Láchar, Deifontes y Atarfe en las que ha se han intervenido 3.146 plantas y han sido puestas a disposición judicial doce personas por delitos contra la salud pública por cultivo de droga y por defraudación de fluido eléctrico.
Las operaciones se llevaron a cabo después de que los distintos equipos de investigación que la Guardia Civil tiene desplegados por la provincia descubrieran seis importantes centros de producción de marihuana en cinco viviendas y en una nave industrial de estas localidades, donde los agentes sospechaban que se estaba cultivando cannabis sativa de manera intensiva.
No obstante, antes de proceder a los registros los agentes solicitaron la colaboración de los operarios de Endesa para comprobar que en dichas viviendas había un consumo excesivo de electricidad, indicio claro de la existencia de una plantación ilegal de cannabis.
Así se descubrió que se alcanzaban picos de consumo de 100 amperios en una nave industrial de Maracena y de unos cuarenta amperios en el resto de las viviendas. Las operaciones se realizaron a lo largo del pasado 4 de diciembre.
La primera en una nave industrial del municipio de Maracena donde los cuatro investigados habían habilitado dos habitáculos en el interior en los que crecían 543 plantas.
Los operarios de Endesa descubrieron una acometida ilegal que estaba consumiendo cien amperios, el equivalente a veinticinco viviendas unifamiliares que tuvieran todos sus electrodomésticos funcionando a la vez.
La siguiente operación tuvo lugar en Huétor Vega donde la Guardia Civil de La Zubia descubrió otra importante plantación con cuatrocientas noventa y cinco plantas y donde fueron destruidos de forma controlada veintitrés focos halógenos de gran potencia, un aparato industrial de aire acondicionado y cinco extractores de carbono empleados para hacer crecer las plantas.
En Atarfe los agentes descubrieron la plantación más importante, con 700 plantas, y en Láchar la Guardia Civil realizó cuatro registros domiciliarios y descubrió cuatro plantaciones en las que crecían más de mil plantas en avanzado estado de floración.
En Deifontes, se descubrió una vivienda donde su propietario había habilitado dos habitaciones en las que crecían trescientas noventa y dos plantas. En todas las viviendas registradas los agentes descubrieron una doble acometida de electricidad y todo lo necesario para el cultivo de cannabis: focos halógenos, aparatos de aire acondicionado, ventiladores, transformadores, filtros de carbono y abonos específicos.