La Policía Nacional ha detenido en Granada a una pareja formada por un varón de 22 años de nacionalidad marroquí con antecedentes policiales por diversos delitos y una menor de edad, como presuntos autores de la comisión de robos con violencia, cuyo modus operandi consistía en hacer bailar a sus víctimas para acto seguido ponerles la zancadilla, aprovechando la situación provocada para sustraerles sus efectos de valor.
Agentes de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana se encontraban de servicio por el centro de la ciudad, cuando fueron requeridos por un varón el cual les manifestó que la madrugada anterior, dos varones acompañados de una joven intentaron sustraerle los efectos de valor que llevaba en sus bolsillos cuando se encontraba en la vía pública.
La forma de hacerlo consistió en cogerlo para hacerle bailar y aprovechar el movimiento para ponerle la zancadilla e intentar arrojarlo al suelo.
La resistencia de la víctima llevó al traste la intención de estas tres personas, quienes finalmente se marcharon del lugar sin conseguir su objetivo.
Esa noche acababa de encontrarse con uno de los varones y con la mujer, aportando a los agentes sus características físicas y el lugar hacia donde se dirigían.
Asimismo añadió que había tenido conocimiento de que estas tres personas habían estado realizando las mismas acciones contra otras víctimas, a las que robaron o intentaron robar.
Justo tras recabar la información, los agentes realizaron una batida por la zona y localizaron en las proximidades a un varón y una joven cuya apariencia coincidía con la descrita.
Durante la identificación, los policías hallaron un teléfono móvil en poder de la fémina, la cual desconocía el código de desbloqueo, así como dio varias versiones acerca de su procedencia.
Finalmente y después de hallar indicios de la participación de esa pareja en los robos de los que habían tenido conocimiento, realizados con el mismo modus operandi, los detuvieron siendo trasladados a dependencias de la Comisaría Provincial.
Por el momento los agentes los consideran presuntos autores de un delito de robo con violencia e intimidación en grado de tentativa y continúan con las gestiones tanto para la identificación del tercer miembro del grupo, como para la localización de otras víctimas, entre las que podría encontrarse el propietario del teléfono móvil intervenido.
La autoridad judicial ha decretado la puesta en libertad con cargos para el mayor, mientras que la menor ha sido ingresada en un centro de internamiento.
