Los tres supervivientes del naufragio del Villa del Pitanxo y los nueve cuerpos recuperados hasta el momento se dirigen rumbo al puerto de Saint John’s de Terranova (Canadá) a bordo de una embarcación española y otra portuguesa, y su llegada está prevista a las 6 de la mañana (hora local canadiense) del viernes 18.
Allí serán atendidos por responsables del Ministerio de Asuntos Exteriores presentes en la zona, informa un comunicado de este departamento.
Los buques español y portugués que se dirigen a la península norteamericana estaban faenando en ese caladero y se desplazaron al lugar del siniestro para colaborar en las labores de rastreo.
En el operativo de rescate de la tripulación del Villa de Pitanxo han participado, además de los pesqueros español y portugués, que repatrían a supervivientes y cuerpos localizados, otro pesquero español y otro portugués, más un barco de localización y otro barco costero estadounidense. Las autoridades canadienses desplegaron también dos helicópteros y un avión del servicio de rescate.
El Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación ha contactado con los familiares de los marineros españoles afectados por el naufragio del barco Villa de Pitanxo en aguas del caladero de la Organización Pesquera del Atlántico noroccidental, a 450 kilómetros de distancia de Terranova en la madrugada del martes.
Tras mostrarles su consternación y condolencias por el trágico suceso, el cónsul general de España en Montreal, Luis Calvo, comunicó telefónicamente a las familias de los marineros españoles “la total disposición del Ministerio” para agilizar los trámites administrativos relativos a la repatriación de los supervivientes y cuerpos de los fallecidos en el hundimiento de la embarcación con base en el puerto de Marín (Pontevedra).
El enviado del Ministerio les informó, asimismo, del fin de las operaciones de salvamento decidido por las autoridades de Canadá ante la imposibilidad de localizar a los 12 marineros aún desaparecidos.
El cónsul trasladó a las familias las informaciones del Gobierno canadiense sobre la imposibilidad de mantener el operativo de rastreo ante las desfavorables condiciones meteorológicas con olas de hasta diez metros, fuertes vientos, bajas temperaturas cercanas a los cero grados y una visibilidad muy reducida.
El cónsul general de España en Montreal se encuentra en Saint John’s de Terranova, donde se desplazó inmediatamente tras conocer las noticias del hundimiento.
El operativo de Exteriores incluye también el “permanente contacto” del embajador en Canadá, Alfredo Martínez, con los máximos responsables del departamento de Global Affairs (equivalente al Ministerio de Asuntos Exteriores), así como el resto de autoridades canadienses implicadas en la operación como Salvamento Marítimo o Aviación Civil, entre otros.
A ellos hay que unir la presencia del cónsul honorario en Terranova, Jean Pierre Andrieux, quien se encuentra también en Saint John’s para agilizar las gestiones logísticas y administrativas relativas al rescate y repatriación.
Todo ello coordinado desde Madrid con la supervisión personal del ministro José Manuel Albares, quien está en comunicación permanente con el delegado del Gobierno en Galicia, José Manuel Miñones, y la Dirección General de Españoles en el Exterior y Asuntos Consulares, responsable de este tipo de asuntos.
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha pedido este jueves que se retome la búsqueda de los 12 tripulantes del Villa de Pitanxo, hundido a 450 kilómetros de Terranova (Canadá), ya que haberlo suspendido de "forma abrupta tras la expectativa de mantenerlo 24 horas más es muy difícil de explicar para las familias".
También este jueves el ministro de Pesca, Agricultura y Alimentación, Luis Planas, viaja a Galicia para expresar su apoyo y solidaridad a los familiares y compañeros de las víctimas del naufragio.
Nueve cadáveres de la tripulación han sido recuperados -no diez como se había informado-, hay tres supervivientes y otros 12 tripulantes siguen desaparecidos en la mar.
Este organismo canadiense anunciaba a última hora de la tarde del miércoles (hora española) que daba por concluidas las tareas de búsqueda y rescate.